La secretaria de Estado de Estados Unidos, Hillary Clinton (foto), afirmó ayer que sin el pleno respeto de los derechos de la mujer el mundo no alcanzará el progreso y la seguridad, por lo que la igualdad de géneros debe ser el imperativo moral del siglo XXI. “El progreso de la mujer es el progreso de la humanidad, y el progreso de la humanidad es el de la mujer”, dijo Clinton en la intervención con la que clausuró la 54ª sesión de la Comisión de Naciones Unidas sobre la Condición de la Mujer. Este foro multilateral analizó durante las dos últimas semanas los avances logrados desde la IV Conferencia de la Mujer de Pekín, en 1995, en la que se equipararon los derechos de la mujer con los derechos humanos. Clinton, que asistió hace quince años al encuentro en la capital china en calidad de primera dama de Estados Unidos, advirtió en su discurso de ayer que los numerosos avances logrados en esta materia todavía son insuficientes. “El progreso alcanzado en los últimos quince años no es, de ninguna manera, el final. Si hay suerte, es el final del principio. Todavía en demasiados lugares se considera a la mujer como un ser inferior”, resaltó la secretaria de Estado. La funcionaria estadounidense afirmó que, al igual que el presidente Barack Obama, está convencida de que la subyugación de la mujer es una amenaza a la seguridad de Estados Unidos y es, también, una amenaza a la seguridad colectiva de nuestro mundo. “La negación de los derechos de la mujer va de la mano con la inestabilidad”, resaltó Clinton, quien pidió un mayor papel de la mujer en la resolución de conflictos y la construcción de la paz. Asimismo recordó que la mayoría de los pobres, analfabetos y hambrientos del mundo son mujeres, pese a que son una pieza fundamental de las economías de las comunidades en las que viven. También son la mayoría de los trabajadores del mundo, pero se les “prohíbe la titularidad de los campos que cultivan y el acceso al crédito para explotarlos”, indicó.