La Justicia ecuatoriana procesó ayer al candidato presidencial uribista, Juan Manuel Santos, por el bombardeo contra el campamento de las FARC, que dejó 26 muertos, entre ellos el entonces número dos de la guerrilla colombiana, Raúl Reyes. “No puedo interferir en la Justicia, pero en marzo de 2008 se cometió un delito tremendamente grave en suelo ecuatoriano”, aseguró el presidente Rafael Correa, apoyando la decisión del juez Daniel Méndez, del departamento fronterizo de Sucumbíos. Desde Bogotá la respuesta fue la misma que en junio del año pasado, cuando el mismo juez pidió la extradición del entonces ministro de Defensa colombiano. Para Bogotá, el magistrado no tiene jurisdicción en territorio colombiano.

Ayer Uribe volvió a defender a su aliado. “Es preciso recordar que Raúl Reyes era un asesino, que estaba asesinando y secuestrando a los ciudadanos colombianos en un campamento terrorista”, sentenció el mandatario, ratificando su decisión de bombardear suelo ecuatoriano. Reiteró su apoyo a Santos, quien a dos semanas de las elecciones presidenciales está cabeza a cabeza con el opositor Antanas Mo-ckus, y advirtió que el procesamiento del candidato podría afectar la normalización de las relaciones diplomáticas. Hace sólo unos meses los dos gobiernos restablecieron sus encargados de negocios y prometieron seguir avanzando hasta enviar nuevamente a sus embajadores.

Santos apenas modificó su campaña por el anuncio desde Sucumbíos. Después de todo, sabe que nada le puede pasar mientras esté en territorio colombiano. “Esa decisión no tiene asidero en el derecho internacional y es un precedente que ninguna nación aceptaría”, aseguró el candidato presidencial, tranquilizando a sus electores.