Mientras los abogados de Mauricio Macri preparan la apelación ante la Sala I de la Cámara Federal, el juez Norberto Oyarbide se dispone a nueva ronda de declaraciones que van a expandir todavía más la causa por las escuchas telefónicas ilegales. El primer convocado será Osvaldo Chamorro, quien fue hombre de Jorge “El Fino” Palacios y lo sucedió al frente de la Policía Metropolitana y tendrá que declarar el 2 de junio. Hay un hecho llamativo en el expediente: después de retirar escuchas de la SIDE, el espía Ciro James concurrió dos veces a la sede de la Metropolitana. Y en ese momento Palacios ya no estaba: el jefe era Chamorro. Inmediatamente después tendrá que declarar el coronel retirado Jorge Raúl Zenarruza, quien revistó durante la dictadura en el Batallón 601. Dos celulares usados por James estaban a nombre de Zenarruza y su esposa y, además, el viejo coronel estuvo en Misiones con James en una oportunidad. Como se sabe, en esa provincia se armaron los expedientes falsos que sirvieron para pedir las intervenciones ilegales de los teléfonos.

Durante los próximos treinta días, la atención estará centrada en los tres camaristas de la Sala I, Jorge Ballestero, Eduardo Farah y Eduardo Freiler, que deberán confirmar o revocar el procesamiento de Macri. Esta Cámara fue la que ordenó a Oyarbide profundizar la investigación y le insistió en que no se trataba de escuchas aisladas sino de una organización paraestatal de espionaje. De todas maneras, en los tribunales de Comodoro Py es un secreto a voces que el lobby es ya intenso porque Macri se juega el todo por el todo en la decisión de la Cámara.

El juez Oyarbide concretará el llamado a una nueva ronda de declaraciones. Se sospecha que la actividad de espionaje ilegal continuó con Palacios fuera de la fuerza, pero con su hombre de confianza, Chamorro, como nuevo jefe. Es más, en los videos que entregó el ministro de Seguridad, Guillermo Montenegro, se ve a James entrando a la Metropolitana dos veces y dirigiéndose directamente a la oficina de Chamorro. Esos encuentros fueron enseguida después de retirar de la SIDE cintas con escuchas ilegales.

Zenarruza, en cambio, está citado a declaración testimonial. Su hijo, Jorge Manuel, fue socio de James, pero lo curioso es que a nombre del viejo coronel estaban dos celulares que usaba James cotidianamente. Con esos celulares llamó a Misiones para concretar las causas falsas armadas para involucrar a los espiados. Para redondear las sospechas, Zenarruza padre estuvo en Misiones con los dos policías imputados en la causa, Diego Guarda y Raúl Rojas. Todo indica que Oyarbide buscará en los Zenarruza quién fue cómplice en la operación de espionaje ilegal.

En el juzgado de Oyarbide están profundizando la investigación alrededor del caso de otro de los espiados: el empresario Carlos Avila. El fundador de Torneos y Competencias fue la víctima que más tiempo tuvo el teléfono intervenido ilegalmente, y todo indica que se trató de un espionaje comercial, relacionado con el fútbol y los contratos de TV. Oyarbide ya amplió el procesamiento de Palacios incluyendo las escuchas de Avila; ahora hará lo propio con James, pero es obvio que no va a parar allí: se están haciendo cruces telefónicos y ordenaron otras medidas de prueba para investigar la trama empresaria detrás del espionaje a Avila.