EL PAíS › GUILLERMO MONTENEGRO FUE EL PRIMER MINISTRO INTERPELADO EN LA LEGISLATURA PORTEñA

Siete horas y pocas aclaraciones

La mayor parte de la oposición porteña coincidió en pedir la renuncia del ministro de Justicia y Seguridad por su responsabilidad política en la designación de Jorge “El Fino” Palacios como jefe de la Metropolitana. Insistieron en que se presente Macri.

 Por Werner Pertot

Acompañado por el gabinete PRO en pleno, el ministro de Justicia, Guillermo Montenegro, se presentó a la primera interpelación de la historia a un funcionario porteño. Entre sanguchitos, el resto afirmó que “dan la cara” para camuflar que el jefe de Gobierno, Mauricio Macri, no piensa acceder al reclamo de la oposición porteña de asistir a la Legislatura tras su procesamiento por espionaje ilegal. Luego, a Montenegro le tocó cruzar solo la puerta hacia el recinto. Se fue tras siete horas de una sesión a punto caramelo. Se volvió a autoproclamar “responsable político” de la designación de Jorge “Fino” Palacios, reconoció que el posible pedido de juicio político a Norberto Oyarbide es un “tipo de ataque” al juez y acusó a los opositores de “no preocuparse por la seguridad”. Un sector de la oposición presentó un proyecto en el que rechazan sus explicaciones, le exigen la renuncia y reclaman la asistencia de Macri. Otra parte de los opositores impulsará hoy una comisión investigadora. “No escucharon a Montenegro y ya me reclaman a mí. ¿Por qué no tienen un poco más de seriedad?”, se quejó Macri, mientras participaba de una poda de árboles.

Un cóctel y un ausente

Pletzalej y coca-cola sobre una mesa roja. Buena parte de los ministros y el bloque entero del PRO. La previa a la interpelación se parecía mucho a una celebración. “Mucho estrés”, se reía Montenegro, que parecía estar festejando su sobreseimiento en la causa. Luego comentó: “Nunca esta comida. Es la primera vez. Con Santilli, esto nunca”. En medio de un clima efervescente, los funcionarios emitieron un largo “uuuuh”, mientras el actual ministro de Espacio Público y ex titular de la Legislatura sonreía. Los ministros concurrieron como un gesto político para refrenar los reclamos opositores de que asista Macri. “Estamos analizando seriamente el juicio político a Oyarbide”, comentó el ministro de Educación, Esteban Bullrich, a Página/12. “En nombre de Macri y de todo el gobierno, esta es una demostración de que damos la cara”, sostuvo el jefe de Gabinete, Horacio Rodríguez Larreta, quien volvió sobre los mismos argumentos: “Esta es una causa inventada, ridícula, motivada por Kirchner”.

En la sesión, varios legisladores iban a marcar luego la ausencia del jefe de Gobierno. “Hubiera sido bueno que viniera a mostrar su preocupación por la seguridad. Pero está podando árboles en Núñez, así que no pudo venir”, ironizó la legisladora de la Coalición Cívica Diana Maffía. “Me defrauda que no esté acá el jefe de Gobierno, porque además de los montajes mediáticos, tiene que venir a dar explicaciones”, insistió luego la kirchnerista María José Lubertino.

Un ministro interpelado

“Vine a hablar de las consecuencias políticas que pueda tener la causa”, sostuvo Montenegro, quien advirtió que fueron pasados a retiro treinta policías. “Es menos del tres por ciento de la fuerza”, dijo. Diversos legisladores, entre ellos el jefe del bloque de Proyecto Sur, Fabio Basteiro, y el de la Coalición Cívica, Fernando Sánchez, le recordaron que no era una visita –algo que decían las pantallas de la Legislatura, controladas por el PRO–, sino una interpelación. E hicieron eje en el “mal desempeño” del ministro de Justicia. “Fue un error la designación de Palacios. Yo lo admito. El responsable político soy yo”, respondió Montenegro una y otra vez. Ante un pedido de renuncia de Lubertino, le espetó irónicamente: “Lo voy a considerar”. Aseguró que Palacios estuvo “sólo 29 días” a cargo de la Metropolitana.

“Se montó una red de espionaje y escuchas ilegales y lo quieren naturalizar como problemitas administrativos”, sostuvo Basteiro. Rafael Gentili le recordó sus múltiples defensas de Palacios antes de que fuera procesado y le preguntó por el ex agente de inteligencia Miguel Mazzeo, “que según información de la Conadep estaba bajo el mando de Suárez Mason”. “Le voy a informar por escrito si está en la Metropolitana”, se limitó a contestar. Luego el peronista Diego Kravetz recordó que “se hacía pasar por dirigente justicialista para espiarnos. No sé para qué lo habrán contratado ustedes”.

“El gobierno de Macri fue encubridor”, planteó Aníbal Ibarra, quien hizo un pormenorizado relato de las omisiones de la gestión PRO desde la primera publicación del caso de espionaje en Página/12. Ibarra señaló contradicciones: “Cuatrocientas llamadas de James con la plana mayor de la Metropolitana. ¿Y usted no lo supo? ¿No se lo dijeron? ¡Por supuesto que se lo dijeron! Y lo en-cu-brie-ron”, lanzó Ibarra. Montenegro le retrucó leyendo una denuncia de Ibarra a Oyarbide en los noventa.

El kirchnerista Francisco “Tito” Nenna le preguntó a Montenegro por el encuentro de James y Jorge Ontiveros, tercero en la Metropolitana, con el fiscal Agustín Gamboa. Según Gamboa, James fue enviado por Palacios como representante de la Metropolitana. “No tengo explicación”, reconoció Montenegro. “Desconocía la reunión en absoluto”, aclaró. Juan Cabandié le preguntó por qué no había ejercido “la objeción de conciencia” cuando Macri llevó a Palacios, dado que no estaba de acuerdo con su designación. “La objeción de conciencia, mi renuncia, la ejercí en su momento, pero el jefe de Gobierno decidió que seguía”, respondió el funcionario PRO.

Una comisión y una cita

La sesión promediaba las cinco horas y la bancada de PRO estaba semivacía. Los sectores de la oposición mostraron, entonces, dos estrategias distintas. Una parte avanzó con la comisión investigadora. La otra, con un pedido de renuncia y un intento de citar a Macri.

“Debemos dar una respuesta institucional. ¿Cuál puede ser? Escuché a Solanas y Lozano pedir una interpelación al jefe de Gobierno. Hay que hacer política con la realidad y no tenemos el número”, planteó Kravetz, quien anunció que hoy presentará una comisión investigadora (ver aparte). “Espero que el jefe de Gobierno deje de esconderse tras las polleras de Carrió. Llega un momento en que uno es grande y tiene que asumir las consecuencias de lo que hace”, sostuvo.

–¿Está de acuerdo con el embate de Macri a un juez, que es presionado con un juicio político –le preguntó Kravetz a Montenegro.

–Cuando uno es juez, entiende que existen estos tipos de ataques. Uno tiene que estar tranquilo con este tipo de embates –tropezó el ministro PRO. Luego dijo que forma parte del “derecho de defensa de Macri”.

Finalmente, Gabriela Cerruti leyó un proyecto de declaración consensuado por una parte de la oposición porteña que será enviado a la Comisión de Asuntos Constitucionales, dado que ayer no contaban con los votos para aprobarlo (no lo apoyaban la CC, el bloque del PJ, la UCR y el PS). En él, rechazan “las explicaciones brindadas por Montenegro sobre las escuchas telefónicas ilegales existentes en el seno del ministerio a su cargo” y exigen su renuncia, “habida cuenta de la responsabilidad política que le cabe al ministro”. También citaban (voluntariamente) al jefe de Gobierno a la Legislatura. Algo que ya dijo que no tiene pensado hacer.

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El ministro de Justicia y Seguridad, Guillermo Montenegro, no conformó a la oposición.
Imagen: DyN
 
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