El presidente sirio empezó ayer su primera gira por Latinoamérica y su primera parada fue Caracas. En la capital venezolana Hugo Chávez lo esperaba con todos los honores y una lluvia de elogios. “La civilización árabe y la latinoamericana están llamadas a cumplir un papel fundamental en la liberación del mundo, en la salvación del mundo”, sentenció el anfitrión, reivindicando la alianza “antiimperialista” entre Siria y Venezuela. A pesar que los dos mandatarios habían adelantado algunos acuerdos y proyectos conjuntos en la última visita de Chávez al país árabe, ayer no sellaron ni firmaron ningún documento de relevancia política o económica.

Fue un gesto político, una devolución de gentileza. “Venezuela está posicionada en el mapa internacional, siempre a favor de las causas justas y por eso mi agradecimiento al presidente Chávez y a todos quienes han acogido a los ciudadanos sirios”, aseguró Bachar Al Asad, recordando que más de 700 mil descendientes de su tierra viven en el país andino. Al empezar la tarde, el presidente bolivariano lo recibió con honores militares en las puertas del Palacio Presidencial de Miraflores. Minutos antes, Al Asad había pasado por el Panteón Nacional para presentar una ofrenda floral ante la tumba del prócer Simón Bolívar, una tradición obligada de todos los mandatarios extranjeros que visitan el país latinoamericano.

No bien estrecharon las manos comenzaron a hablar, ayudados por un intérprete. Primero a solas, después invitaron a algunos ministros que los acompañaban y finalmente pasaron a uno de los salones del Palacio para firmar acuerdos de cooperación. La mayor expectativa era si finalmente darían luz verde al proyecto para construir en Siria una refinería que procesara crudo venezolano. Chávez lo había sugerido en su última visita a Damasco y, según la prensa venezolana, ya estarían confirmados los capitales venezolanos, sirios y también de Irán y Malasia. De concretarse, la refinería procesaría 200 mil barriles diarios, la mitad de los que hoy produce Siria.

Al Asad partirá hoy a primera hora hacia Cuba, la segunda etapa de su gira. Además de las reuniones de protocolo, el mandatario podría visitar a Fidel Castro, quien desde mediados de 2006 se encuentra alejado de la vida política, recuperándose de varias operaciones. Castro fue uno de los aliados del padre del mandatario sirio, Hafez Al Asad, un líder dueño de un estilo mucho más autoritario que su hijo y un mayor protagonismo en la unidad panárabe.

Después de visitar la isla, el presidente sirio seguirá camino hacia Brasil y Argentina. El mandatario brasileño Luiz Inácio Lula da Silva había visitado Damasco en 2003 y en marzo pasado, según informaron los medios internacionales, le habría pedido a su Cancillería que emitiera una invitación formal a Al Asad para que incluyera a Brasilia en su primera gira latinoamericana. La presidenta argentina Cristina Fernández nunca visitó oficialmente Siria, pero en el país hay dos millones y medio de argentinos de origen sirio.