El asesinato de nueve turcos en el ataque a la flotilla que se dirigía a Gaza se debió a errores de inteligencia y de planeamiento. Así lo señaló ayer un informe de una comisión de la Fuerza de Defensa israelí. El documento, que está lleno de detalles que no han sido difundidos, defiende el uso de armas de fuego por parte de los militares. Además, felicita a los comandos por su profesionalismo, su valentía y sus múltiples recursos durante la operación de abordaje al buque Mavi Marmara.

Las muertes ocurridas el 31 de mayo a 70 millas de la costa de Gaza provocaron la reacción internacional. Así se suscitó una presión sin precedentes sobre Israel para que alivie el bloqueo al territorio, que la flotilla había tratado de romper.

No asignó responsabilidades la comisión investigadora dirigida por Giora Eiland, un ex dirigente del Consejo Nacional de Seguridad. La comitiva afirmó que los errores de inteligencia llevaron a la marina israelí a subestimar la resistencia que podía oponer una minoría aguerrida. Según los integrantes de la comisión, el grupo de entre 65 y 100 pasajeros del barco turco usaron cuchillos, cadenas y barras metálicas para atacar a las tropas.

El informe también critica a la marina por no haber previsto otro escenario más que un abordaje pacífico y por no haber sido capaz de cambiar su táctica, una vez que vieron la violenta reacción. El general Eiland declaró ayer a los periodistas: “Para mi alivio, la investigación no encontró ninguna negligencia o falla en cuestiones significantes. Se debió a errores cometidos en niveles relativamente altos que los resultados fueron diferentes a lo planeado”. Eiland no nombró a ninguno de los comandantes, ni siquiera al marino Eliezer Marom, quien se hizo cargo de la operación y estuvo en el mar con los buques de la Armada.

La Defensa Israelí saludó que el informe justificara el uso de armas de fuego. La campaña británica de Solidaridad con Palestina denunció que el documento encubre lo que sucedió. La investigación del comité israelí estima que hubo entre cuatro y seis casos de disparos a las tropas de parte de los tripulantes. Además, sostiene que la bala de nueve milímetros hallada en la rodilla de uno de los comandos es evidencia de que había armas en la embarcación, además de las que les sustrajeron a los soldados.

El informe agrega que existe una gran probabilidad de que el primer disparo haya sido efectuado por un pasajero. Se le había ordenado a las tropas que sólo usaran armas de fuego si sus vidas estaban en peligro. Un funcionario afirmó que los militares sólo dispararon cuando se vieron directamente amenazados, cuando intentaban proteger a otros soldados o atender a los heridos.

De acuerdo con el reporte, los botes que se habían apostado a lo largo del Mavi Marmara se retiraron cuando las tropas descendieron en la cubierta desde los helicópteros. La decisión de abordar fue tomada al darse cuenta de que tres comandos habían sido capturado. En ese momento, las tropas que iban en los botes abrieron fuego para depurar la cubierta de los pasajeros que ejercían resistencia.

El informe insiste en que el grupo humanitario turco IHH tomó control del barco. Israel acusa a IHH de tener vínculos con el movimiento Hamas y de planear ataques contra los soldados. La comisión no le pasó ninguna factura a la decisión política de detener buques por la fuerza o a la que impone el bloqueo en primer lugar. Una segunda investigación dirigida por un antiguo juez de la Corte Suprema podría considerar el contexto político del ataque.

De The Independent de Gran Bretaña. Especial para Página/12.