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La semana pasada los inspectores de la ONU presentaron un informe preliminar sobre la aparente inexistencia de armas prohibidas en Irak, pero no importa. El despliegue norteamericano y británico en la regiónsigue su curso: 100.000 en el Golfo, lejos de los 250.000 necesarios para el Pentágono para lanzar una guerra. Pero es un número que crece rápidamente.

The Times (Londres)
Si imaginamos que las impresionantes fuerzas militares de Estados Unidos van a disuadir a Saddam de efectuar más agresiones, entonces no entendemos el concepto de disuasión. En agosto, un ex inspector de la ONU testificó que a pesar de las inspecciones, “el liderazgo de Bagdad eventualmente logrará un arma nuclear que se sumará a su actual inventario de armas de destrucción masiva”. Armado con este arsenal, será Irak el que, si esto ocurre, va a disuadir a Estados Unidos de interferir en el Golfo y, nuevamente, Saddam tendrá un golpe de suerte. Su ambición es la única razón concebible por la que se ha resistido durante 12 años a abandonar estos programas de armas nucleares, a un costo de más de 150.000 millones de dólares en sanciones.
(Philip Bobbitt)

Gulf News (Dubai)
Es hora de formular la pregunta que todos se hacen: ¿Estados Unidos y Gran Bretaña atacarán Irak? Nadie, ni siquiera el hombre de la Casa Blanca, puede responder todavía esa pregunta con total seguridad. Pero hay varios signos que sugieren que la marea puede haberse vuelto en contra de la guerra. Dos factores han funcionado a favor de Irak. Primero, el argumento de Washington de que Irak debe ser desarmado por la fuerza fue perforado por la respuesta “diplomática” hacia Corea del Norte. La crisis venezolana es otro factor que nadie vio. Las exportaciones de petróleo venezolano se redujeron severamente por la huelga general. Si hay guerra, Irak cortará sus exportaciones de crudo y el mercado mundial perderá cinco millones de barriles por día.
(Patrick Seale)

Haaretz (Israel)
¿Es cierto que Estados Unidos y Gran Bretaña irán a la guerra contra Irak? Escuchamos que esta guerra de la que tanto se habla no tendrá lugar. Pero esta no es la visión de Israel. Acá se piensa que Washington incluso ya decidió la fecha exacta para el comienzo del ataque, en febrero o marzo, según fuentes israelíes. De todas formas, hasta los que opinan esto no excluyen la posibilidad de que la maquinaria bélica se detenga en el último minuto. Si eso ocurre, Saddam tendrá que hacer concesiones más sustanciosas y revelar detalles sobre las armas de destrucción masiva que posee. Esto le daría a Bush la justificación para evitar una guerra sin dañar su prestigio.
(Ze’ev Schiff)