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Tras la represión que sufrieran los indignados en Valencia (foto), ayer en la Puerta del Sol de Madrid se comenzó a levantar el acampe. Mientras tanto, el vicepresidente José Rubalcaba debió suspender su visita a Valencia para poner paños fríos a la situación.

“Necesitamos urgentemente cinta de embalar, cinta americana, cajas de cartón, furgonetas para traslado y bolsas de residuos”, rezaba ayer el cartel en el que colgaron sus pedidos. Los indignados comenzaron a recoger, tirar y empaquetar, en vistas a la mudanza definitiva del domingo. Ayer por la tarde, también comenzaron a retirar tablones de madera y stands, junto con los servicios de limpieza de la comunidad de Madrid.

Al tiempo que comenzaba la desconcentración, los cinco detenidos en Valencia por los disturbios ocurridos el jueves recuperaron la libertad. Unas 2000 personas se manifestaron en la calle pidiendo la liberación de estos detenidos. El titular del Juzgado de Instrucción número 19 les imputó delitos de atentado contra la autoridad y desobediencia, por lo que deberán comparecer ante la Oficina de Presentaciones el tercer viernes de cada mes.

Las autoridades salieron a cruzarse acusaciones por la represión del jueves frente a las Cortes valencianas, que dejaron 18 heridos y cinco detenidos. El Partido Popular, que gobierna en Valencia, acusó al Ministerio de Interior de excederse en esa ciudad y de tolerar el 15-M en Madrid. El gobierno recogió el guante y sostuvo que no fue una represión, sino la respuesta a una agresión.

Los hechos del jueves en Valencia dejaron los ánimos bien caldeados, por lo que los socialistas locales le pidieron al vicepresidente del gobierno, Alfredo Pérez Rubalcaba, que suspenda su reunión con las bases que tenía previsto celebrar ayer en la capital. Es que los indignados habían convocado una concentración frente al hotel donde se iba a realizar un encuentro del vicepresidente con los militantes socialistas. Si bien la mayoría de las protestas se dan por el escándalo de corrupción que rodea a los funcionarios del conservador Partido Popular, el secretario general del PSPV, Jorge Alarte, dijo que la visita del vicepresidente podría reanudar los enfrentamientos.

Los casos de corrupción que manchan al conservador PP de Mariano Rajoy en Valencia datan de las listas del partido elaboradas con políticos acusados de cohecho, en el caso de Francisco Camps y Ricardo Costa, tráfico de influencias en el caso de Pedro Angel Hernández y prevaricación en el caso del concejal de Valencia Jorge Bellver.