Miércoles, 22 de junio de 2011 | Hoy
EL MUNDO › BERLUSCONI PASó LA PRIMERA VOTACIóN DE CONFIANZA
El premier italiano defendió su alianza de gobierno ante el Senado. “La alianza con la Liga Norte es leal y sólida”, dijo Il Cavaliere presentando su programa económico.
Por Elena Llorente
Desde Roma
El primer ministro Silvio Berlusconi se mostró seguro de sí mismo y de su alianza de gobierno cuando se presentó ayer ante el Senado para defender su programa. Y aunque lo dijo casi al final de su discurso, en realidad era la parte más importante para demostrar que su gobierno sigue teniendo la sartén por el mango. “La alianza con la Liga Norte es leal y sólida, no hay alternativa a esta coalición”, dijo, y más adelante agregó “o estamos nosotros o sería un desastre para toda Italia”.
“Han intentado dividirnos pero no lo lograrán jamás”, dijo también, aunque, como para dar respuesta a algunos liguistas que piden a Roberto Maroni, actual ministro del Interior, como futuro primer ministro, Berlusconi agregó que no pensaba enquistarse eternamente en la dirección de su partido ni en el cargo de primer ministro.
La intervención de Berlusconi era muy esperada luego de una serie de rumores que hablaban de serias diferencias entre su partido, el Pueblo de la Libertad, y la Liga Norte, su principal aliado y que, después de los dos desastres electorales recientes, las elecciones administrativas de mayo y los referendos de hace una semana, hacían temer por la estabilidad del gobierno. El primer ministro dijo claramente que la derrota en las recientes elecciones administrativas los hizo reflexionar, pero que no eran suficiente argumento para la caída del gobierno.
Otro tema delicado que enfrentó Berlusconi fue el de la guerra en Libia. Está previsto por la OTAN (Organización del Tratado del Atlántico Norte) que concluya en septiembre, dijo, y con esto dio una respuesta a la Liga Norte que, por razones económicas y para contener la inmigración, insiste en querer sacar a Italia de ese conflicto bélico. “Compartimos las preocupaciones de cuantos temen la prolongación de este conflicto, pero la OTAN ya ha anunciado que terminará en septiembre”, dijo. Contó además que el gobierno italiano sigue intentando una solución político-diplomática de la crisis y que organizará en los próximos meses una conferencia de reconciliación libia en Roma de la que participarán 200 representantes de ese país.
Mientras Berlusconi hablaba de los logros del gobierno en el Senado, sobre todo a nivel económico y en la lucha contra las mafias, y también de las reformas que está tratando de llevar a cabo –la reforma fiscal, de la Justicia y constitucional principalmente– la Cámara de Diputados aprobaba por 317 votos contra 293 el llamado Decreto Desarrollo, voto que apareció a los ojos de muchos como la confirmación de que Berlusconi sigue contando con la mayoría parlamentaria necesaria para gobernar.
Il Cavaliere respondió en su discurso a varias de las exigencias planteadas por la Liga Norte el domingo en la asamblea anual de Pontida, pero no hizo referencia a un tema que produjo las iras de algunos exponentes de su propio partido: el traslado de algunos ministerios al norte del país exigido por la Liga. El traslado de los ministerios amenazó con transformarse en un autogol para Berlusconi, en una “bomba” que hubiera podido tirar abajo toda su estrategia aliancista cuando sus propios correligionarios del Pueblo de la Libertad le pidieron que bloqueara ese pedido. Se había hablado de abrir sedes de representación de esos ministerios pero no de un traslado con todas las de la ley, dicen fuentes del gobierno.
La decisión de oponerse firmemente a esta medida por parte de algunos parlamentarios, incluso una ministra, y la presidenta de la Región Lazio, Renata Polverini, y el alcalde de Roma, Gianni Alemanno, crearon no pocas tensiones. Ya desde el domingo, cuando esta exigencia se hizo más clara, en particular cuando en Pontida el propio líder de la Liga, Umberto Bossi, presentó una sede para esos ministerios en Monza e incluso la placa para poner en la puerta de uno de ellos, Polverini y Alemanno prometieron en medio de las protestas reunir firmas para evitar que eso ocurriera. Poco después, una mesa para recolectar firmas estaba en la plaza del Panteón, en pleno centro de Roma. Polverini y Alemanno pidieron que Berlusconi hiciera respetar la Constitución, que prevé que todos los ministerios estén en Roma. También el presidente Giorgio Napolitano había hecho notar lo mismo. Berlusconi deberá presentarse hoy ante la Cámara de Diputados para defender su programa.
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