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Una música fúnebre acompaña las miradas en primer plano de José Luis Rodríguez Zapatero, Mariano Rajoy, Alfredo Pérez Rubalcaba, Angela Merkel y Barack Obama. Todos lucen sonrisas de ocasión. De pronto, una voz en off pregunta: “¿Sabes por qué pueden recortarnos la salud, la educación, los derechos laborales, o incluso reformar la Constitución? ¿Sabes por qué lo van a seguir haciendo?”. La misma voz de mujer apura una respuesta: “Porque piensan que vas a quedarte en tu casa, pero, al fin de cuentas, están equivocados. Cada vez más personas estamos despertando del letargo”. El video anuncia la convocatoria a una marcha que, se espera, colmará las calles de Madrid, cuando cientos de manifestantes provenientes de diferentes lugares de la ciudad confluyan mañana en la Puerta del Sol. En el sitio 15october.net/where, decenas de puntos rojos destacan los principales centros de la protesta mundial que se desarrollará en más de 800 ciudades y 70 países. El lema en España será “Unidos por un cambio global”.

Florencia Alvarado llegó al país ibérico desde Argentina en 2001. Como miembro de la Comisión de Prensa de Acampada Sol, la portavoz augura que el de mañana será un día de manifestación a nivel global para protestar por la falta de representatividad y enviarle un reclamo a la clase política y al poder económico. “No vivimos en el mundo de Pinypon. Saldremos a la calle con la posibilidad de que nos den hostias y que haya detenidos, como en cualquier manifestación.” Alvarado señala que en España la “legalidad” de las manifestaciones está sujeta a si se informa o no a los gobiernos sobre su realización. “Hubo manifestaciones que no se comunicaron y no pasó nada. Cuando vino el Papa la marcha fue comunicada. No obstante, se reprimió igual. Cuando el Ministerio del Interior considera que hay que reprimir lo hace de todas maneras. Siempre que hubo represión, el movimiento respondió en forma pacífica”, afirma la activista del 15-M y asegura que la marcha de este sábado no fue anunciada.

La logística en Madrid será similar a la movilización del 19 de julio, tal vez el primer acercamiento a una manifestación a escala global. La marcha comenzará a las 10 y concluirá a las 18 en Plaza Cibeles. De allí partirá rumbo a la Puerta del Sol, donde el grupo Solfónico brindará un concierto de música clásica. “Estamos recuperando lazos de solidaridad en todo el mundo. Si bien muchos políticos banalizan eso, para nosotros esos gestos tienen mucho valor”, analiza Alvarado. La portavoz de Acampada Sol dice que no se puede exigir al Fondo Monetario Internacional que cambie su manera de pensar porque eso sería pedirle peras al olmo, pero sí se puede trabajar en despertar conciencia en las comunidades, para que eso repercuta finalmente en una tendencia más participativa donde cada municipio tenga poder de decisión.

Entre las críticas al sistema político español, Alvarado destaca la necesidad y urgencia de una reforma política. Una iniciativa con una mirada más regional, surgida del Grupo de Política de Acampada Sol, es exigirle al Banco Central Europeo que en lugar de trabajar en la estabilidad de precios lo haga en favor del estímulo al pleno empleo. “En muchos barrios de Madrid se están organizando ‘bancos de tiempo’, lo que en Argentina se conoció en 2001 como ‘mercado de trueque’. Somos conscientes de que debemos recuperar y reconstruir el concepto de vecino, o lo que en Argentina se conoce como sociedades de fomento”, apunta Alvarado. A su vez, lanza una recomendación a quienes deciden hacer foco en la heterogeneidad del movimiento de indignados. “Les pido que consuman prensa alternativa en lugar de leer Clarín o El País, dos diarios que siempre tienden a la ridiculización de los movimientos sociales que generan cambios.” Por último, arriesga una opinión sobre las próximas elecciones generales en España: “Si bien el 20 de noviembre es una fecha importante, como movimiento social no nos preocupa tanto esa fecha desde el momento en que el bipartidismo no nos representa. Seguimos trabajando en la línea de la autogestión como contracara de un modelo político y económico que es totalmente obsoleto”.