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La Subsecretaría de Agricultura Familiar está llevando adelante una serie de iniciativas para achicar la distancia entre los productores de alimentos y los consumidores. Son experiencias que se realizan en distintas provincias del país, bajo el esquema de ferias francas con el nombre “Verduras para todos”. En la ciudad de Buenos Aires también desarrollaron un esquema de ventas comunitarias de alimentos junto con distintas organizaciones como La Cámpora, Espacio Malabia y Ahora es Cuando. Además de generar otros mecanismos de comercialización, se realizan actividades de formación política para los ciudadanos, con tópicos que van desde la soberanía alimentaria, la agricultura familiar y la formación de precios.

“Esta es una política de vinculación directa entre productores y consumidores para eliminar la especulación alrededor de los precios. Ponemos a disposición de los usuarios mecanismos más democráticos de consumo. La semana pasada realizamos una experiencia en Mendoza, donde estuvieron involucradas dos organizaciones de agricultores. Nuestro objetivo es sumar en un año 120 agrupaciones de productores”, explicó a Página/12 Guillermo Martini, subsecretario de Agricultura Familiar.

La experiencia de Mendoza llevó el nombre de “Verduras para todos”, se realizó en simultáneo en cuatro municipios y lograron venderse 800 bolsones, con una variedad de 12 productos a 30 pesos. “Acá se pone en juego la capacidad organizativa de los productores, hay que reunirse, elegir los productos, ponerles un precio y luego llevarlos a la venta. Es un trabajo territorial y político”, señaló a este diario Diego Rostagno, referente de la región Cuyo de la subsecretaría.

En la ciudad de Buenos Aires, los integrantes de La Cámpora habían comenzado con la organización de una experiencia similar pero con compras en el Mercado Central para luego llevarlas a los distintos barrios. Ahora también adquieren esos productos –papas, hortalizas, aceitunas, aceites, orégano, mandioca, etc.– de los agricultores familiares del interior del país. La forma de comercialización no se hace a través de ferias –porque requeriría una autorización– sino que son compras comunitarias.

El próximo 5 de noviembre realizarán una actividad en Villa Soldati. Se venderá papa, mandioca, yerba y azúcar. “El valor agregado es la promoción en la participación ciudadana, en generar un espacio de diálogo y encuentro entre los vecinos, en remendar el tejido social destruido por tantos años de neoliberalismo y de la cultura de la individualidad. Las compras ponen en evidencia que en la participación, la inclusión y la solidaridad colectiva se encuentran las soluciones a los problemas”, destaca La Cámpora.

En la actividad de Villa Soldati también participará el Foro Nacional de Agricultura Familiar, que reúne a organizaciones de productores. “El desafío para que esto se transforme en una política de Estado, más que el dinero necesario, es la organización de los agricultores para que puedan incrementar su escala de producción y satisfacer la demanda, que es cada vez más creciente”, agregó Martini. Según las distintas experiencias, los alimentos pueden conseguirse entre 30 y 40 por ciento más barato que en los grandes supermercados, similar a lo que ocurre con programas como “Carnes y lácteos para todos”, organizados por la Secretaría de Comercio Interior.