Mariano Rajoy descartó que España esté a punto de ser intervenida y ratificó el rumbo de su política económica de acuerdo con las directrices marcadas por la Unión Europea (UE) y el Fondo Monetario Internacional (FMI). Tras las turbulencias de los últimos días, el líder del Partido Popular (PP) utilizó una reunión con diputados de su partido para enviar un mensaje a los inversores al afirmar que España pagará sus deudas y cumplirá con el compromiso de reducir su déficit público del 8,5 al 5,3 por ciento, pactado con la Unión Europea (UE). “Hay países que no pudieron devolver el dinero, pero éste no es el caso de España ni lo va a ser en el futuro”, dijo el jefe del Ejecutivo español. También pidió prudencia a los socios comunitarios, a la hora de hablar de España, enviando un tiro por elevación al presidente francés, Nicolas Sarkozy, y su par italiano, Mario Monti.

El mandatario galo comparó la situación española con la de Grecia, como ejemplos de malas políticas económicas, mientras Monti responsabilizó a España por la suba de la prima de riesgo de Italia. “Todos tenemos problemas”, dijo el presidente del gobierno español, quien remarcó que su Ejecutivo trabaja para ayudar a la Zona Euro y espera que los demás asuman sus responsabilidades porque “todos queremos una Europa fuerte con un euro fuerte”. Se especulaba con que Rajoy precisara el alcance de los últimos recortes adicionales en sanidad y educación, que ascienden a 10.000 millones de euros, y que no consiguieron calmar a los mercados. Sin embargo, se limitó a enumerar las medidas ya conocidas y reiteró que habrá más privatizaciones y reformas estructurales.

Lo que sí anunció Rajoy ayer, luego de eludir a la prensa durante dos días, fue que limitará a 2500 euros el pago en efectivo, en operaciones en las que participen un empresario o profesional. El incumplimiento de esta medida, que busca impedir la utilización de dinero en negro en operaciones comerciales y que las empresas recurran a facturas falsas, será sancionado con una multa equivalente al 25 por ciento del dinero utilizado, precisó Rajoy en el Congreso de los Diputados. La limitación del pago en efectivo en operaciones entre profesionales o empresas ya se aplica en Italia y Francia, con un tope de 1000 y 3000 euros.

“La situación es difícil, complicada, y lo que nos hemos encontrado dificulta las cosas (en referencia al legado socialista), pero el gobierno tiene las ideas claras, el rumbo y la voluntad política para hacer las reformas que necesita el país”, agregó el hombre fuerte de España. Rajoy garantizó además que seguirá adelante con sus reformas, entre ellas la del mercado laboral, rechazada por la huelga general del 29 de marzo, porque está legitimado “por los votos que le dieron la mayoría de los españoles en las urnas”.

“Tenemos que poner orden en la casa. Como vengan otros a hacer los presupuestos va a ver usted lo que es ajuste de cuentas”, lanzó el ministro de Economía español, Luis de Guindos, durante un coloquio, ante una pregunta del presidente de la Cámara de Empresarios catalana (Cecot), Antoni Abad. “Si la Comisión Europea echa manos en las cuentas del país todo será mucho peor. El gobierno intenta hacer lo que debe hacer con la disponibilidad que tiene. Podemos equivocarnos, pero no es un ajuste de cuentas contra nadie”, insistió De Guindos.

“España no necesitará ningún plan de ayuda financiera para su sector bancario. Mantenemos nuestra posición”, dijo el vocero de la Comisión Europea (CE), Olivier Bailly, al ser consultado sobre un plan de rescate para recapitalizar los bancos españoles, a través del fondo de ayuda europeo (FEEF), cortafuegos temporal de la Eurozona. A su vez, la CE recordó los esfuerzos realizados por la cuarta economía de la Zona Euro y calificó la reforma del mercado laboral como muy importante. En la víspera, ya había mostrado su satisfacción por las grandes líneas del presupuesto de 2012, así como las medidas adicionales sobre los sectores sanitario y educativo.

La situación de España preocupa a los mercados, que llevaron las tasas de su deuda hasta acercarse al 6 por ciento. Por el temor de una caída de las acciones en Madrid, las Bolsas europeas sufrieron un importante descenso el martes, aunque ayer se recuperaban levemente. La Bolsa madrileña, que había perdido casi un 3 por ciento hace dos días (en sintonía con una jornada negra en los principales mercados europeos), recuperó su tendencia positiva. En tanto, la prima de riesgo se relajó ayer ligeramente hasta situarse en los 414 puntos, después de dispararse el lunes hasta los 434 puntos. Esa cifra no solamente representa el pico máximo alcanzado durante este año, sino también desde que Rajoy llegó al poder, a fines de diciembre. En medio de las declaraciones de Sarkozy y Monti, Alemania salió a decir lo suyo y pidió que los mercados financieros aliviaran la presión sobre España y reconocieran las duras medidas de ahorro aprobadas por el gobierno de Rajoy. “Deploramos el hecho de que los mercados no hayan dado un crédito suficiente a estas reformas”, señaló en Berlín un vocero del Ministerio de Finanzas alemán. “Hará falta un tiempo para que estas reformas tengan efecto”, añadió el portavoz. “No hay que olvidar que España, sobre todo en sus datos económicos fundamentales, está en condiciones mucho mejores que otros países no miembros de la Eurozona”, agregó.