Siria comenzó a acatar ayer con tibieza el alto el fuego en respuesta al proceso de paz exigido desde Naciones Unidas (ONU). Sin embargo, la oposición denunció nuevamente que los asesinatos continúan y que las tropas del régimen de Bashar Al Assad, en lugar de replegarse, mantienen sus posiciones en las ciudades ocupadas. La red de activistas pertenecientes al Comité de Coordinación Local (CCL) señaló que al menos una veintena de personas murieron por la represión del ejército. Tanto el secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, como el enviado conjunto de ese organismo y la Liga Arabe, Kofi Annan, aseguraron con cautela que la situación es más tranquila en el país. Por esa razón, el Consejo de Seguridad de la ONU comenzó a trabajar en un proyecto de resolución que autorice el envío de una misión de treinta observadores, propuesta que podría votarse hoy mismo, según fuentes diplomáticas.

Con la incipiente y relativa calma en Siria, después de las masacres y de los duros enfrentamientos entre el Ejército Libre Sirio (ELS) y las fuerzas del gobierno, las manifestaciones volvieron a las calles ayer, luego de haber sido reprimidas durante meses. El activista Muyahid al Daguim, residente en la localidad de Yaryanaz, en la provincia norteña de Idleb, informó sobre la celebración de una manifestación en ese municipio, que finalizó sin incidentes. No obstante, Al Daguim denunció que en la ciudad de Idleb, capital de la provincia, hubo dos explosiones y ráfagas de disparos desde un puesto de control ubicado cerca del Hospital Nacional. Por su parte, el dirigente estudiantil Yauad al Jatib aseguró que otra manifestación tuvo lugar en Alepo (norte), la segunda ciudad del país. En un video de esa protesta, proporcionado por Al Jatib, decenas de estudiantes formaron la palabra “S.O.S”, con sus propios cuerpos, en un jardín. Además, los medios oficiales sirios informaron sobre la explosión de un artefacto en esa ciudad, que detonó mientras pasaba un micro con militares. Ese estallido causó la muerte de al menos un oficial y otras 24 personas resultaron heridas. Según el director del Hospital Militar de Alepo, Usama Kashkash, entre los heridos hubo militares y civiles, y tres de ellos se encuentran en estado grave.