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Efectivos de la Subprocuraduría Especializada en Investigación de Delincuencia Organizada iniciaron ayer la búsqueda de entre 75 y 100 cuerpos disueltos en soda cáustica que fueron enterrados en la ciudad mexicana de Tijuana. El hecho se conoció por la revelación del sicario Santiago Meza, alias N o el Pozolero, detenido desde el 2009, informó el diario El Universal. El Pozolero dio a conocer que disolvió en total más de 300 cadáveres en soda cáustica por órdenes de Teodoro García, un lugarteniente del cartel de Sinaloa. A Tijuana llegaron peritos en genética, geología y arqueología, entre otros agentes, quienes estarán auxiliados por perros entrenados en búsqueda.

Esa ciudad, fronteriza con Estados Unidos, el país más consumidor de drogas del mundo, es escenario de una cruenta lucha entre bandas criminales por el control territorial del narcotráfico. En la ola de violencia que estremece el país, se calcula que murieron unas 60 mil personas durante los seis años del saliente gobierno de Felipe Calderón.

Sobre esta búsqueda, el titular de la Asociación Unidos por los Desaparecidos de Baja California, Fernando Ocegueda Flores, informó que se está revisando las zonas de La Gallera y un predio ubicado más al sur de la colonia Maclovio Rojas, ambos en la delegación de La Presa Rural.

“Hasta el momento ya se ubicó una fosa clandestina en la que al parecer hay restos humanos, pero recién mañana (por hoy) nos prestan unidades retroexcavadoras para descubrir los cuerpos”, señaló el presidente de la Audbc, según el diario El Sol de Tijuana.

La estrategia de combate al crimen organizado en México se gestó en una reunión celebrada en octubre de 2006 entre el entonces presidente electo, Felipe Calderón, y el mandatario de Colombia, Alvaro Uribe, declaró ayer el periodista Ernesto Núñez Albarrán. En 2006, el editor del suplemento Enfoque, del diario Reforma, uno de los más influyentes de México, cubría la campaña del entonces candidato presidencial mexicano, quien asumió el poder el 1º de diciembre de ese año, y viajó con él a Colombia en la época de la transición del poder.

Núñez Albarrán recordó que, en esa ocasión, Calderón se sentó a dialogar muchas horas con Uribe, cita de la que el entonces mandatario electo salió cambiado. “Estábamos en plena transición y creo que Calderón es en Colombia donde empieza a pensar en serio el tema de la guerra contra el narcotráfico, incluso empieza a hablar de ‘guerra’”, término que en la última fase de su mandato ya no utilizaría. Aquel viaje y la conversación que mantuvo fue clave para el actual presidente de México, que será reemplazado el sábado por Enrique Peña Nieto, del Partido Revolucionario Institucional (PRI).