Una manifestación que pedía la destitución del gobernador de Río de Janeiro, Sergio Cabral, terminó el miércoles por la noche con la invasión del Concejo municipal de la ciudad, que fue desalojado a la fuerza por la policía. La protesta (foto), convocada a través de las redes sociales por el grupo anarquista Black Bloc, reunió a unas 700 personas. La marcha fue hasta la fiscalía, donde se exigió iniciar una investigación al gobernador por corrupción, y terminó con la entrada de unos 50 manifestantes al ayuntamiento. Las personas invadieron el local por una puerta lateral sin encontrar resistencia. La policía, que desplegó a unos 380 efectivos para custodiar la marcha, desalojó con gas pimienta y bombas de gas a los manifestantes. La sala de la presidencia de la cámara fue depredada, según dijo el concejal Marcelo Piuí. Piuí estaba dentro de la cámara al momento de la invasión por los manifestantes. Con bastonazos y gas lacrimógeno, la policía dispersó el perímetro del edificio. Al menos una persona fue detenida y cuatro resultaron con heridas. “¡Fuera Cabral!”, repetían los manifestantes, la mayoría jóvenes estudiantes. “Cabral está ante una bola de nieve que terminará en un juicio político o su renuncia. Si no está dispuesto a escuchar a la gente, que se vaya”, dijo Jair, de 30 años, uno de los organizadores. Después de ser dispersada en el centro, varios manifestantes tomaron un bus al acomodado barrio de Leblón, donde vive Cabral, cuya popularidad ha caído un 12 por ciento, la más baja para un gobernador en todo el país. Unas 100 personas están concentradas en la esquina de la residencia de Cabral, donde algunos acampan desde el domingo. La policía de choque custodia el lugar.