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Francisco reveló ayer que mantiene comunicación telefónica con presos de las cárceles de Buenos Aires y que, tras la conversación, se cuestiona: “¿Por qué él y no yo?”. “Cada vez que llamo a los presos de Buenos Aires, de vez en cuando lo hago para charlar un rato, me pregunto: ¿Por qué él y no yo? ¿Merezco yo más que él para no estar allí? ¿Por qué él ha caído y yo no? Es un misterio que me acerca a ellos”, agregó el líder de la Iglesia Católica, quien solía visitar las cárceles cuando era arzobispo de Buenos Aires.

El Papa argentino realizó esta meditación en un discurso que pronunció ayer ante los capellanes de las prisiones italianas, a los que recibió en el Vaticano. “No se desanimen, que no se encierren en sí mismos, porque el Señor está cerca de ellos, no se queda fuera de las cárceles, sino que está dentro de sus celdas”, comentó Francisco. “Pueden decir que el Señor está adentro con ellos. Que también él es un preso. Es preso de nuestros egoísmos, de nuestros sistemas, de tantas injusticias”, dijo y añadió: “Porque es más fácil castigar a los más débiles, mientras los peces grandes nadan libremente”.

“Ninguna celda está tan aislada como para excluir al Señor, su amor paterno y materno llega a todos los lados”, agregó el pontífice argentino.

En tanto, en su mensaje, Francisco aseguró que reza por la labor de los capellanes, que no es fácil, que es muy dura y muy importante porque hace visible la cercanía de Dios a aquellos que necesitan esperanza.

Como arzobispo de Buenos Aires, Bergoglio solía visitar las cárceles y, tras su elección como papa, uno de sus primeros gestos durante la Semana Santa fue acudir a una cárcel de menores.Ya en el Vaticano, el papa Francisco realizó este año esa ceremonia con presos italianos pero, además, siguió manteniendo contactos con algunos detenidos en cárceles argentinas. Uno de los más conocidos es el ex líder del grupo Callejeros Patricio “Pato” Fontanet, apresado por la tragedia del boliche Cromañón donde murieron 194 personas.