EL MUNDO › EL ESCANDALO QUE LLEVO A LA RENUNCIA DE R. NIXON
Regreso del caso Watergate
El “Washington Post” y la PBS difundirán un documental en el que un asesor de Nixon dice que oyó cuando éste autorizó el robo.
Tres décadas más tarde apareció una nueva declaración sobre el caso Watergate. Según publicó ayer el diario Washington Post –el mismo que destapó el escándalo–, el ex asesor de campaña para la reelección de Richard Nixon, Jeb Stuart Magruder, afirmó en un nuevo documental de la cadena PBS y coproducido por el diario que escuchó cómo el ex presidente republicano ordenó por teléfono en 1972 el robo en la sede del Partido Demócrata en el edificio Watergate. Al parecer, no hay una grabación que le sirva de soporte. El documental en el que se incluye la revelación de Magruder se emitirá el miércoles por la noche.
Nixon fue el único presidente estadounidense que renunció, en 1974, tras el escándalo desatado cuando un frustrado intento de colocar micrófonos para espiar las oficinas del Partido Demócrata se convirtió en una conspiración para encubrir la participación de la Casa Blanca en ese crimen. “John (...), necesitás hacer eso”, dijo Magruder que oyó decir a Nixon al final de una conversación telefónica en la que el entonces secretario de Justicia, John Mitchell, había estado discutiendo el asunto del robo con otro funcionario de la Casa Blanca.
Como vicedirector de la campaña de Nixon por la reelección en 1972, Magruder gozaba de la confianza de muchos altos funcionarios que terminaron encarcelados a raíz del escándalo, como el propio Mitchell. Magruder, que actualmente es un ministro religioso retirado, también se reunió varias veces con G. Gordon Liddy, el hombre que planificó el robo en el edificio Watergate, donde se encontraba la sede demócrata en aquella época. El Post afirma que un productor del documental intentó, sin éxito, conseguir una grabación de la presunta conversación telefónica en la que Magruder dice haber oído a Nixon ordenar la operación.
Cuando varios ladrones fueron sorprendidos por la policía en la noche del 17 de junio de 1972 en las oficinas de Watergate, nada hizo pensar que se destaparía una red de espionaje político, de sobornos y uso ilegal de fondos, que condujo al procesamiento de una cuarentena de altos funcionarios y a la dimisión del presidente. Nixon renunció en agosto de 1974 para evitar el impeachment o juicio político legislativo, después de que en las audiencias celebradas en el Senado se revelara la existencia cintas de audio de la Casa Blanca que confirmaban indirectamente la implicación presidencial en el caso.
Hasta ahora estaba claro que Nixon, el único presidente en la historia de Estados Unidos que ha dimitido, estaba al tanto de la trama, pero no hasta el punto de ordenar personalmente robar, rastrear y colocar micrófonos para conocer los pasos electorales de los demócratas.
La versión de Magruder es muy importante, ya que tenía acceso directo y constante a las principales figuras del escándalo: el secretario de Justicia, John Mitchell; el consejero presidencial, John Dean; y el jefe del Gabinete de Nixon, H.R. “Bob” Haldeman.
Sin embargo, varios expertos en el caso, que también hablan en el documental “Watergate 30 años después. La sombra de la Historia”, ponen en duda la credibilidad de Magruder, que hoy en día es un pastor presbiteriano retirado en el estado de Ohio. El historiador Richard Reeves afirma que, aunque es plausible la idea de que el presidente estuviera al tanto del allanamiento, es difícil creer a la fuente, porque cada vez que Magruder ha hablado sobre el escándalo de Watergate “ha sido para mentir”. Otro experto, el profesor de la Universidad de Wisconsin, Stanley Kutler, expresa sus dudas y explica que si esa conversación telefónica entre Nixon y Mitchell se produjo, debió quedar registrada en los archivos de la Casa Blanca, pero esa cinta no existe. Kutler, que compiló buena parte de las transcripciones oficiales de esas cintas durante la etapa de Watergate, asegura que “es poco probable que una cita de ese valor no haya aparecido aún”.
La productora ejecutiva del documental, Sherry Jones, manifestó también recientemente no haber encontrado ninguna pista de la cinta tras rastrear los archivos sonoros de la época presidencial de Nixon y los registrostelefónicos diarios de la Casa Blanca. Preguntado por las razones para no haber hecho esta revelación antes, Magruder –que estuvo siete meses en la cárcel por obstrucción de la Justicia debido a este escándalo– dice que inicialmente no lo hizo porque esperaba el perdón de Nixon y que éste le evitara cumplir su condena. Posteriormente, añade, decidió no hablar del asunto para no atraer publicidad sobre su persona, en un momento en el que intentaba iniciar una nueva vida como párroco. De comprobarse como cierta esta declaración, se echaría luz sobre un doble interrogante histórico: qué sabía el presidente y en qué momento.