El presidente Nicolás Maduro recibió ayer en su despacho el Plan de la Patria 2013-19, la plataforma electoral con que el fallecido ex mandatario Hugo Chávez ganó las elecciones del 7 de octubre de 2012, que el actual jefe del Estado adoptó para los comicios de abril pasado y que la mayoría oficialista del Parlamento convirtió en ley el lunes. Dicho programa contempla una serie de objetivos, entre los que figuran la consolidación de la independencia nacional y la construcción del socialismo como alternativa al modelo capitalista. El plan fue aprobado a pocos días de las elecciones municipales del domingo, lo que levantó críticas entre políticos de la oposición. “Este plan es un buen panfleto, pero no es una solución real a los problemas de los venezolanos”, argumentó en la sesión el diputado opositor Miguel Pizarro, quien, como todos los legisladores ajenos al oficialismo, votó en contra de la iniciativa. “Da tristeza ver diputados de la derecha burlándose de manera cínica de los objetivos del Plan de la Patria, que ya es ley de la República”, replicó Maduro.

La oposición negó la aprobación del plan por considerar que su trámite no cumplía con los pasos legales para sancionar una ley y cuestionando varios de los objetivos establecidos en el plan, como la unión cívico-militar y las metas vinculadas con la producción de alimentos. El presidente criticó a los diputados opositores que rechazaron el proyecto y señaló que votar contra el mismo era hacerlo contra las misiones sociales del chavismo y contra la idea de independencia económica, cultural y tecnológica. Asimismo, el gobierno anunció que publicará hoy en la Gaceta Oficial –y, por lo tanto, entrarán en vigencia– decretos ya suscriptos por Maduro, uno de los cuales apunta a rebajar los precios y regular el mercado de automotores. El otro instrumento permitirá una flexibilización del rígido régimen cambiario vigente, al autorizar la apertura de cuentas en moneda extranjera en bancos del país, así como la importación de vehículos durante los próximos seis meses, con el propósito de bajar los precios de los autos nuevos, explicó Maduro.

Otro punto de fricción entre el oficialismo y la oposición fue la decisión de un tribunal laboral de declarar en desacato al alcalde metropolitano de Caracas y aspirante a ser reelecto el domingo, Antonio Ledezma, uno de los principales dirigentes de la Mesa de Unidad Democrática (MUD), adversaria del gobierno. Ledezma está acusado de haber incumplido un recurso de amparo que lo obligaba a dejar sin efecto el despido de trabajadores municipales y a reincorporarlos, lo que podría derivar en una sentencia de prisión de 6 a 15 meses para él. “Están tan desesperados que manipulan tribunales para asustarnos. No encuentran qué inventar. La medida judicial no causa inhabilitación. Vamos a darle un batacazo a este régimen”, sostuvo y vaticinó que los comicios del domingo marcarán el inicio del fin del gobierno del presidente Maduro. “El voto es la llave de oro para abrir nuevos caminos”, agregó al respecto.

Por otra parte, el comandante de las fuerzas armadas, general Vladimir Padrino, anunció que ayer fueron desplegados 80.000 de los 156.000 militares asignados a la custodia del proceso electoral. Cerca de 19 millones de ciudadanos están habilitados para elegir el domingo alcaldes y concejales de los 335 municipios del país, en elecciones que tanto el gobierno como la oposición consideran un virtual plebiscito tras el ajustado resultado de la última elección presidencial, ganada por Maduro por menos de 1,5 punto porcentual.