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La empresa constructora española Sacyr confirmó ayer en Madrid la ruptura de las negociaciones con la Autoridad del Canal de Panamá (ACP) sobre las obras de ampliación de esa vía marítima. Tras el desacuerdo para concluir la construcción, la ACP pidió superar diferencias y terminar las tareas, que ayer se paralizaron, pero advirtió que no se van a someter a chantajes, lo que fue rechazado por el grupo contratista. Luego de la ruptura con el consorcio, el administrador de la ACP, Jorge Quijano, afirmó que el contratista mantuvo una negociación inflexible y falta de voluntad para que se acepten, fuera de contrato, cifras exorbitantes no sustentadas. No obstante, dijo mantener las puertas abiertas para nuevos acercamientos.

Quijano señaló que la ACP intentó “fuertemente alcanzar una solución, extendiendo el protocolo de negociación y moratoria”; sin embargo, la distancia entre las partes se mantuvo demasiado grande, porque las pretensiones de Consorcio Grupo Unidos por el Canal (GUPC) atentaban contra los intereses de Panamá y su canal. El administrador afirmó que la ampliación del canal se hará con Sacyr o sin Sacyr, la empresa española que lidera el GUPC, que también integran Impregilo –cada una con el 48 por ciento de las acciones del grupo– y la belga Jan de Nul y la panameña CUSA, informó el portal del diario local Panamá América.

“El único argumento de GUPC durante las negociaciones fue que ha tenido cuantiosos sobrecostos y que quisieran que la ACP ayude a financiar sus reclamos mientras ellos interponen las acciones legales que correspondan”, detalló. Ambas partes buscaban un acuerdo para financiar la ampliación del canal de Panamá, luego de que GUPC reclamara sobrecostos de más de 1600 millones de dólares que, a su juicio, le impide concluir los trabajos.

Sin embargo, Manuel Manrique, presidente de Sacyr, aseguró que aunque se envió un comunicado donde precisa que las negociaciones con la ACP se rompieron, no se pueden considerar definitivamente rotas. Según Manrique, se envió el comunicado porque la ACP había rechazado la última propuesta sin dar una alternativa viable, pero, agregó, “después escribimos una carta ofreciéndoles seguir negociando”.