El nuevo primer ministro de Italia, Matteo Renzi, juró ayer en el cargo, una semana después de que se desencadenara una crisis política tras la dimisión del ex premier Enrico Letta. El juramento tuvo lugar en la Sala de las Fiestas de la sede de la Jefatura del Estado, en el Palacio del Quirinale, a las 11.30 hora local (7.35 de la Argentina), aunque los ministros comenzaron a llegar media hora antes, todos a pie. “Juro ser fiel a la República, a la Constitución y a las leyes y ejercitar mis funciones a favor del interés exclusivo de la nación”, dijeron ante Napolitano todos los integrantes del nuevo gobierno, menos el titular de Economía, Pier Carlo Padoan, que está viajando a Roma desde Sydney (Australia), adonde se encontraba formando parte de la delegación del club de los países más industrializados en la cumbre del G-20 prevista para este fin de semana. Se trata del primer gobierno igualitario de la historia del país, con ocho ministras. Renzi, de 39 años, se convertirá en el jefe de gobierno más joven de la república italiana.

El único que llegó a bordo de un vehículo fue Renzi, quien estuvo acompañado por su mujer, Agnese Landini, y sus tres hijos –Francesco, Emanuele y Ester–, cuyas remeras conformaban la bandera de Italia, con los colores verde, blanco y rojo. Landini, que ya ha anunciado su voluntad de permanecer en Florencia –donde Renzi se desempeñó como alcalde– en vez de trasladarse a Roma con su marido, prefirió ocupar un discreto segundo plano durante el acto y estuvo en todo momento detrás de sus hijos.

Durante el juramento de los ministros, pudo a verse a Renzi sonriente y compartiendo guiños de complicidad con Napolitano, que permanecía a su lado. Al finalizar el acto, el nuevo equipo de gobierno se fotografió con el jefe del Estado antes de pasar, posteriormente, a una sala adyacente para realizar un brindis.

El conservador Angelino Alfano seguirá siendo ministro del Interior y la cancillería estará a cargo de Federica Mogherini, una legisladora del Partido Democrático (PD), de Renzi, y experta en cuestiones de la Unión Europea (UE), que reemplazará a Emma Bonino. Por primera vez en la historia de Italia, la mitad del gabinete de 16 ministros estará integrada por mujeres, entre la que se destaca la legisladora del PD Roberta Pinotti, quien se desempeñará como ministra de Defensa. El gobierno de Renzi está sustentado por nueve partidos. Los más importantes son el Nuevo Centroderecha (NCD), de Alfano, y Elección Cívica (SC), fundado por el ex premier tecnócrata Mario Monti.

Tras completar el protocolo en el Quirinale, los ministros se trasladaron a la sede del Ejecutivo, el palacio Chigi, donde celebraron el primer Consejo de Ministros. En su claustro, una representación de las fuerzas militares de Italia esperaba al flamante premier, a las que pasó revista velozmente. En el interior se encontraba el ex primer ministro, Enrico Letta, para realizar el tradicional traspaso de la campana que representa el Poder Ejecutivo. Una ceremonia que coincidió con el último de los 300 días, “todos difíciles”, según Letta, que compusieron su gobierno. En ese momento se produjo el momento más tenso de la jornada, cuando Letta –que se vio obligado a dimitir por la presión ejercida por Renzi desde el propio PD– entregó la campana en pocos segundos y sin dirigir un saludo a su sucesor.

Después del traspaso, Letta abandonó el palacio y fue despedido por los mismos militares que recibieron a su correligionario y sucesor y por el largo aplauso de los trabajadores y funcionarios de la sede. Los actos en el palacio Chigi se desarrollaron en medio de fuertes medidas de seguridad, ya que el pasado 28 de abril, durante la toma de posesión de Letta, un desempleado italiano, Luigi Preiti, disparó hacia el palacio Chigi hiriendo a tres carabineros (policía militar).

El nuevo gobierno aún tiene que recibir la investidura en el Parlamento, lo que previsiblemente se producirá sin problemas, ya que el Ejecutivo se formó por una coalición de nueve fuerzas políticas con mayoría tanto en el Senado como en el Congreso de los Diputados. La votación en el Senado está programada para mañana, mientras que la del Congreso de los Diputados podría producirse el martes, según apuntan medios italianos.

Por su parte, el presidente de Francia, François Hollande, felicitó a Renzi, en una conversación telefónica en la que ambos acordaron incrementar la estrecha cooperación entre sus países y actuar juntos en favor del crecimiento económico europeo y el empleo. El Palacio del Elíseo, sede de la presidencia francesa, indicó en un breve comunicado que Hollande deseó a Renzi éxito en su labor al frente del Ejecutivo italiano y lo invitó a visitar París tan pronto como sea posible.