Jueves, 3 de abril de 2014 | Hoy
EL MUNDO › ESTA VEZ, EN AFGANISTáN LOS DEBATES Y ACTOS CONVOCAN AL PúBLICO
Más allá de los temores de fraude y violencia insurgente, lo que es diferente es el mayor nivel de participación política en todo el país. Encabezan los sondeos el opositor Abdullah y el tecnócrata Ghani.
Por May Jeong *
A tres días del cierre de la campaña presidencial de Afganistán, Abdullah Abdullah llegó a Kandahar para una de sus últimas apariciones antes de la elección. Una multitud de simpatizantes lo recibió en el aeropuerto. El convoy de todoterrenos blindados trasladó a Abdullah –junto con sus asesores, personal de seguridad y los periodistas– a través de la ciudad, dejando un rastro de polvo. El convoy creció en tamaño a lo largo del camino, a medida que se unía más gente. El desfile resultante fue un espectacular despliegue de movilización política, sin precedentes en Afganistán, ni hablar de Kandahar, cuna de los talibán.
A medida que Afganistán se encamina a las urnas el sábado, hay mucho lamento por lo poco que ha cambiado desde la elección presidencial anterior en 2009: el ritmo del tambor constante de ataques insurgentes persiste tercamente, la preocupación por el fraude sigue asolando el país. Y, sin embargo, lo que es decididamente diferente es el mayor nivel de participación política en todo el país. Las campañas afganas hoy reflejan cada vez más las de Occidente: los mítines y debates se introdujeron este año, y se recibieron con entusiasmo.
El futuro financiero de Afganistán depende de que esté relativamente libre de disputas. El país se encuentra en un momento crítico militarmente, ya que las fuerzas de la OTAN planean retirarse a fin de año. Deja atrás una insurgencia que está lista para continuar.
A pesar de una economía que el Banco Mundial advirtió que se encogerá mientras Estados Unidos y otras potencias occidentales comienzan su retirada militar, 50 canales de televisión nacionales y regionales del país están creciendo. En Tolo TV, la principal cadena, afirman que los debates televisados llegarán a millones.
Nimatullah Arghandabi, el organizador de la campaña de Abdullah para las provincias del sur, cree que el simple acto de hacer campaña en Kandahar es algo notable. “Esta vez, uno ve a gente de a miles. El público fue educado sobre cómo funciona la democracia, y cómo funcionan las elecciones. Esa es la mayor diferencia.”
Los dos principales candidatos en la carrera plantean diferentes caminos para el futuro del país. Abdullah es considerado un líder de la oposición cuya victoria significaría un alejamiento de la influencia del presidente Hamid Karzai. Ashraf Ghani Ahmadzai es un tecnócrata y un reformista. El es el que más probablemente se ocupe de disolver las redes clientelares que plagaron la política afgana. En tercer lugar, de acuerdo con una encuesta realizada por ATR Consulting, está Zalmai Rassoul, quien es considerado cercano al presidente saliente.
A media mañana, el estadio de Kandahar estaba casi lleno. Mientras la policía fronteriza afgana vigilaba, la multitud se agitaba hasta llegar a un estado de manía. La voz estentórea de Abdullah mantuvo cautivada a la multitud. Un estadista que dio un discurso de campaña a un electorado, todos conceptos incipientes en el nuevo Afganistán.
De regreso a Kabul, el otro favorito, Ghani, presidió un acto en el estadio Ghazi. La capacidad del estadio, 35.000 personas, se colmó y con su voz ligeramente nasal el candidato les dijo: “En todo Afganistán la gente está participando en nuestra campaña y esto demuestra la voluntad real del pueblo”. Ghani habló de libertad, de justicia, de medidas contra el fraude. Después de 30 minutos, el discurso terminó, y casi de inmediato los hombres comenzaron a trepar hacia la valla para acercarse a él. La policía antidisturbios amenazó con reprimirlos y los hizo retroceder. Afuera, los partidarios de Ghani llenaron las calles. Todas las mujeres partidarias era dirigidas hacia los micros que los esperaban para llevarlas a sus casas.
Mariam Wardak, una organizadora de la juventud, atribuyó la efervescencia de esta elección a que más gente joven se involucra. “En comparación con las últimas elecciones, tenemos más jóvenes educados que desean involucrarse”, dijo. Desde entonces, han egresado de las universidades, agregó, y quieren usar su confianza y experiencia acumulada en algo que valga la pena. Wardak también cree que los debates televisados son otro agregado importante a las elecciones de este año.
Los debates, dijo Wardak, “dan un sentido de quiénes son los candidatos. Uno oye su opinión de su propia boca, en lugar de que se filtre a través de chismes o de boca en boca, lo que suele suceder aquí”.
Estos debates al estilo estadounidense, junto con la cobertura de la campaña agresiva por parte de los nuevos medios de comunicación independientes del país, son algunos de los signos más visibles de progreso en el país, afirmó.
* De The Independent de Gran Bretaña. Especial para Página/12
Traducción: Celita Doyhambéhère.
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