El jefe de Gabinete, Jorge Capitanich, brindará hoy su primer informe de la gestión de gobierno ante la Cámara de Diputados, la segunda desde que asumió el cargo y apenas tres semanas después de haber hecho lo mismo ante el Senado durante doce horas ininterrumpidas. La sesión comenzará a las 11 de la mañana, con una metodología similar a la utilizada en la Cámara alta y en la que cada bancada contará con un tiempo previamente acordado para realizar sus preguntas y que fue establecido en forma proporcional a la cantidad de diputados que lo integran, lo que también determinará el orden para las consultas. De todas maneras, la mayoría de los bloques opositores insistieron sin suerte en la posibilidad de realizar repreguntas ante las respuestas de Capitanich. El oficialismo –que buscará brindarle al ministro coordinador un escenario lo más amigable posible– rechazó el petitorio opositor con el argumento de intentar no repetir en la Cámara baja la maratónica sesión del Senado, aunque sus miembros más que triplican a los senadores.

Capitanich repetirá ante los diputados la misma impronta que inauguró ante los senadores para sus informes en el Congreso: escuchará y responderá una a una las preguntas de cara a las bancas y a los legisladores, rompiendo la tradición en la que ambos –funcionario y diputados– se dirigían al presidente del cuerpo como interlocutor y en el que el jefe de Gabinete estaba de espaldas al recinto y respondía de manera conjunta todas las preguntas de una misma bancada.

El jefe de Gabinete ya había afirmado que cumpliría con rendir su informe mensual al Parlamento y en forma alternativa ante cada Cámara como establece la Constitución, pero que casi nunca se ha cumplido desde su implementación en la reforma constitucional del ’94. Hasta ahora –desde el inicio del período de sesiones ordinarias del Congreso, en marzo–, Capitanich ha cumplido con su palabra sorprendiendo a propios y extraños.

La disputa entre oficialismo y oposición, en tanto, se dio alrededor de la metodología que utilizaría la Cámara baja. Luego de acordar los tiempos de que dispondría cada bloque, desde la oposición decidieron realizar un petitorio conjunto con un objetivo común: que se habilite un espacio para las repreguntas. La idea opositora es achicar el margen de maniobra del jefe de Gabinete sobre sus respuestas y busca acercar la sesión a una interpelación más que a un informe de gestión. La nota dirigida al presidente de la Cámara, Julián Domínguez, fue firmada por los jefes de los bloques opositores: Mario Negri (UCR), Federico Pinedo (PRO); Juan Carlos Zabalza (PS); Darío Giustozzi (FR); Omar Duclós (GEN); Victoria Donda (LdS); Claudio Lozano (UP) y Fernando Sánchez (CC-ARI).

La propuesta, como era de esperar, no sedujo al oficialismo. El FpV y sus aliados quieren brindarle a Capitanich un espacio amigable y evitar transformar el recinto en un escenario propicio para la oposición, que en algunos casos (como Martín Lousteau) recurren a las redes sociales para reclutar sus preguntas.

La sesión se abrirá con el informe del jefe de Gabinete y el FpV (119 diputados) será el primero en preguntar por espacio de 45 minutos. Tras las respuestas, la UCR (39 miembros) dispondrá de 30 minutos, mientras que los interbloques del Frente Renovador (22 diputados) y de Unión PRO (20) tendrán 25 minutos cada uno, en tanto el Frente Amplio Progresista (15) contará con 20 minutos para preguntar. Los seguirán en forma decreciente el resto de los bloques.