Sábado, 19 de abril de 2014 | Hoy
EL MUNDO › BUTEFLIKA SE IMPUSO POR CUARTA VEZ CONSECUTIVA EN LAS ELECCIONES DE ARGELIA
El mandatario de 77 años, que votó en silla de ruedas y no hace declaraciones desde hace más de un año, ganó en primera vuelta con más del 80 por ciento de los votos, en un clima tenso por enfrentamientos en el sur del país.
El presidente argelino Abdelaziz Buteflika se impuso ayer por cuarta vez consecutiva en las elecciones presidenciales, al alcanzar un 81,53 por ciento de los votos. De 77 años y en el poder desde el año 1999, el mandatario partía como el gran favorito por delante del ex primer ministro Ali Benflis y no tendrá que concurrir a una segunda vuelta. Los comicios se realizaron en medio de un clima político tenso, que hasta el jueves dejó al menos 45 heridos por enfrentamientos en el sudeste del país. Benflis quedó en segundo lugar con un 12,18 por ciento de los votos, seguido de Abdelaziz Belaid, con el 3 por ciento, mientras Luisa Hanun, la única mujer que se presentó a los comicios, logró el 1,37 por ciento de los sufragios, según informó el ministro del Interior, Tayeb Belaiz. Los otros dos aspirantes, Ali Fawzi Rebain y Musa Tuati, no alcanzaron el 1 por ciento.
Belaiz aseguró que los argelinos habían votado con “total libertad” y en un “clima de transparencia y total neutralidad”, aunque reconoció que se registraron algunos incidentes que –según señaló– no influyeron en la buena marcha de los comicios. El ministro, que calificó a los seis candidatos de “caballeros”, insistió en que los resultados no serán definitivos hasta que los rubrique el Consejo Constitucional. En cuanto el ministro brindó los resultados oficiales, decenas de coches en el centro de la ciudad comenzaron a hacer sonar sus bocinas en señal de alegría y para celebrar la victoria del septuagenario presidente –que se encuentra convaleciente de un accidente cerebrovascular sufrido en 2013–, informó la prensa local.
Varios candidatos a la presidencia, con Benflis a la cabeza, así como algunos partidos de la oposición, calificaron los comicios de fraudulentos. “No reconozco el resultado, ya que reconocerlo es convertirse en cómplice del fraude”, declaró Benflis. Sin embargo, algunos gobiernos reconocieron ya la victoria de Buteflika. El presidente de Francia, François Hollande, felicitó al mandatario argelino y le expresó su intención de estrechar las relaciones entre ambos países. “Francia reitera su voluntad de seguir trabajando con las autoridades y la población argelinas en la profundización de la relación bilateral”, indicó en un comunicado.
El jueves, analistas políticos pro occidentales y opositores cuestionaron la cuarta candidatura de Buteflika y adelantaron sus sospechas sobre un posible fraude electoral. Ante la certeza de que el mandatario sería nuevamente reelecto, cinco partidos de la oposición llamaron al boicot de la jornada electoral. El mismo se realizó fundamentalmente en las ciudades de Rafur y Haizer, en el sudeste del país, donde grupos de jóvenes salieron a las calles para protestar contra los comicios y especialmente contra el derecho de los militares de votar, y se enfrentaron con la policía desplegada por las elecciones.
En uno de los cables filtrados por Wikileaks, un funcionario norteamericano calculó que el porcentaje de fraude en las elecciones del año 2009 en Argelia fue de entre el 25 y el 30 por ciento. Esta fue la gran acusación formulada por el principal rival de Buteflika en estas elecciones a las que sólo acudieron observadores oficiales africanos. El índice de participación descendió al 51,7 por ciento, como recordó Belaiz, catorce puntos por debajo del registrado en 2009, cuando se situó en el 75,91 por ciento.
Artífice de la reconciliación después de la guerra civil, Buteflika es el presidente argelino que más tiempo permaneció en el puesto: 15 años. Eso sin contar los 16 años que pasó como ministro, casi todos al frente de la diplomacia. Entre los dos períodos vivió años alejado del poder. En 1994, el ejército –que siempre desempeñó un papel esencial en la elección del jefe del Estado– lo tentó en plena guerra civil para que tomara las riendas de un gobierno de transición. Entonces no hubo acuerdo, pero cinco años más tarde la negociación fue fructífera y lo condujo a la presidencia.
En septiembre de 1999 consiguió un “sí” masivo en el referendo sobre la ley para la concordia civil, que da amnistía a los islamistas armados que no hayan cometido crímenes de sangre y violaciones, y se sometan a la autoridad del Estado. Con ello logró que miles de islamistas se rindieran. Entre 1991 y 2002, la guerra civil había dejado un saldo de 200 mil muertos, según fuentes oficiales.
Acusado por sus detractores de ser un títere del ejército, Buteflika, antiguo oficial del Ejército de Liberación Nacional (ALN), quiso mostrar su independencia respecto de esta institución. La prensa lo acusó recientemente de querer dividir el ejército entre los servicios de Inteligencia por un lado, y por otro el Estado Mayor, para controlarlo mejor, pero él calificó estas acusaciones de “ficticias”.
Buteflika fue reelegido en 2004, y de nuevo en 2009 gracias a una revisión de la Constitución que suprime el límite del número de mandatos presidenciales. En 2011, cuando la primavera árabe provocó la caída de varios dirigentes, se apuró a anunciar reformas, consideradas demasiado tibias por la oposición.
Con la llegada de la independencia del país, cuando tenía 25 años se convirtió en ministro de Deportes y Turismo bajo la presidencia de Ahmed Ben Bella, y en 1963 obtuvo la cartera de Relaciones Exteriores, que conservó hasta 1979. En junio de 1965 apoyó a Huari Bumedian, entonces ministro de Defensa, que derrocó a Ben Bella. Pero pese a considerarse como el sucesor de Bumedian, fue descartado y optó por exiliarse en Dubai y en Ginebra. Buteflika regresó como candidato a la presidencia en abril de 1999 y acabó siendo el único, ya que sus seis adversarios se retiraron convencidos de que habría fraude.
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