La oposición venezolana decidió suspender unilateralmente el diálogo de paz con el gobierno del presidente Nicolás Maduro. “El sábado 10 se cumplió un mes desde el inicio del proceso del diálogo; este proceso está en crisis por responsabilidad del gobierno nacional”, sostuvo Ramón Guillermo Aveledo, secretario ejecutivo de la alianza opositora Mesa de la Unidad Democrática (MUD). Por su parte, el mandatario respondió que la coalición antichavista viene recibiendo presiones para retirarse. “Yo no me voy a parar de la mesa de diálogo de donde se dialogue y se hable de paz. Espero que nadie se deje presionar”, manifestó. Con el acompañamiento de los cancilleres de Unasur y del nuncio apostólico en Caracas, la oposición y el gobierno tenían previsto para hoy un quinto encuentro para alcanzar algunos acuerdos que podrían poner fin a meses de protestas con un saldo de 42 muertos y más de 800 heridos.

Maduro consideró que es “normal” que existan diferencias sobre los temas puestos sobre la mesa y recordó que durante el primer diálogo –transmitido por la cadena nacional– los diputados opositores pudieron hablar libremente. “La mesa de diálogo tiene que seguir siendo un espacio de encuentro, de conversación y de debate, para poco a poco construir una agenda nacional”, dijo Maduro. Además, agregó que esperaba que se reanudaran hoy las conversaciones en las que –anunció– esta vez podría contar con la presencia del secretario de Estado de la Santa Sede, Pietro Parolin. El mandatario destacó también que desde el comienzo de las protestas su gobierno convocó a la oposición para conversar. “Ya el diálogo es un logro muy importante para la paz del país. Pero se necesitan el reconocimiento de la institucionalidad y el liderazgo. Ellos tienen que reconocer el poder reconstruido por el comandante Hugo Chávez”, recalcó. Asimismo, afirmó que la oposición recibe presiones de grupos radicales y de gente de “mucho dinero” de Miami que buscan derrocar su gobierno. “Ahora, después de que ellos se sentaron (a conversar), han recibido grandes presiones. Yo lo sé, el problema es que yo sé demasiado. Sé las presiones que han tenido sus familias de los sectores extremistas de Miami, con amenazas incluidas y el poder del dinero; sé la presión que se ejerce desde el lobby extremista del Tea Party (en Estados Unidos)”, afirmó el sucesor del líder bolivariano.

La oposición había declarado poco antes que el diálogo estaba en “crisis” por la falta de resultados. Aveledo se refirió a la falta de voluntad del gobierno para que se incorporen a las conversaciones. “El día de hoy todavía no se ha fijado una reunión con el movimiento estudiantil, ellos tienen sus voceros y sus exigencias. El país quiere diálogo, el país necesita diálogo, el gobierno debe definirse si quiere o no quiere diálogo. El diálogo está congelado”, aseveró. Aveledo criticó, asimismo, las posiciones públicas y privadas, contradictorias según su visión, que tienen voceros del oficialismo frente a la situación de los presos políticos en el país y otros temas abordados en el diálogo. “Solicitamos revisión médica para (Iván) Simonovis. Ayer (el alcalde de Caracas) Jorge Rodríguez declara un no a la Amnistía. ¡Qué el gobierno se defina!”, insistió.

“¡Hasta cuándo vamos a seguir esperando para ponernos a trabajar y poder avanzar! El diálogo es una lucha política, la MUD siempre va a seguir trabajando en todos los ámbitos de la lucha política. Ocho de cada diez venezolanos quieren diálogo porque saben que el país está en crisis”, apuntó el secretario de la coalición opositora. Aveledo informó que su formación solicitará una reunión sin el gobierno, sólo con los cancilleres de Unasur, con el fin de explicar cuáles son las dificultades que atraviesa el diálogo. “Estamos anticipando lo que vamos a decirles a los señores cancilleres y al nuncio sobre la crisis del diálogo”, advirtió, según publicó el diario caraqueño El Universal.

Por otra parte, unos 80 manifestantes fueron detenidos ayer en Caracas tras incidentes en una marcha estudiantil opositora para exigir la liberación de compañeros arrestados en los últimos días, según informaron autoridades militares. El movimiento estudiantil convocó una movilización en el sector este de Caracas que tenía previsto llegar a la fiscalía, en el centro de la capital, pero a última hora cambió su rumbo hacia las oficinas de la ONU en Venezuela. Ya en el lugar, un grupo de manifestantes comenzó a lanzar piedras y fuegos artificiales contra la fachada del Ministerio de Turismo y fueron dispersados con gases lacrimógenos por grupos antimotines que, de inmediato, realizaron la masiva redada.