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El jefe de las milicias separatistas, Igor Strelkov, denunció que al menos treinta civiles murieron ayer a causa del fuego de la artillería ucraniana contra un suburbio de Donetsk, mientras que la oficina de prensa del mando de la operación militar de Ucrania informó que siete soldados ucranianos murieron. “Tenemos conocimiento de treinta muertos. Pero aún no se removieron todos los escombros. De modo que (las víctimas) pueden ser más. Los puestos de las milicias no sufrieron daños ni hay bajas entre los milicianos”, señaló Strelkov en una rueda de prensa en Donetsk, citado por la agencia rusa Interfax.

Según los separatistas, las fuerzas gubernamentales castigaron esta madrugada con fuego de artillería y cohetes la localidad de Marinka, uno de los suburbios de Donetsk, ciudad de casi un millón de habitantes. El jefe del gobierno de la república popular de Donetsk, Alexandr Borodai, anunció que comenzó la evacuación de la población civil de Marinka y otros suburbios de Donetsk, principal bastión de los separatistas. “Estamos evacuando en primer lugar a los niños. Los refugiados se dirigen a Rusia. De momento se trata de varios centenares”, precisó Borodai.

En tanto, según un comunicado publicado ayer en Facebook por el ejército ucraniano, el viernes a la noche y ayer a la madrugada fueron atacados con fuego de mortero varios puestos fortificados de las tropas de Kiev en la regiones de Lugansk y Donetsk, fronterizas con Rusia. “Por cada vida de nuestros militares, los guerrilleros pagarán con decenas y cientos de las suyas. Ni un solo terrorista escapará al castigo y recibirá su merecido”, advirtió el presidente de Ucrania, Petro Poroshenko.

El jefe del Estado hizo esta declaración después de una las jornadas más trágicas para el ejército de Ucrania desde el inicio de las acciones militares en el este del país en las que murieron 23 soldados y otros 93 resultaron heridos.

Por otra parte, el vicepresidente de Estados Unidos, Joe Biden, telefoneó a Poro-shenko para reiterarle su apoyo en los esfuerzos diplomáticos para alcanzar un alto el fuego en el este de Ucrania y trasladarle sus condolencias por la pérdida de vidas en los últimos enfrentamientos. Durante la conversación, el mandatario ucraniano informó “sobre los últimos ataques de separatistas con armas pesadas contra las fuerzas ucranianas”, ante lo cual Biden lo alentó a convocar una reunión con los rebeldes encaminada a detener los enfrentamientos.

Según indicó la Casa Blanca en un comunicado, Biden también informó a Poro-shenko sobre los esfuerzos diplomáticos en curso que Estados Unidos está llevando a cabo con sus socios internacionales con el objetivo de imponer nuevos sanciones a Rusia “si continúa en su línea actual de proporcionar a los separatistas armas pesadas y equipamientos”.

De hecho, la Unión Europea anunció ayer que congelará los bienes y prohibirá la entrada a territorio comunitario de once líderes ucranianos prorrusos, entre ellos los autoproclamados “primeros ministros” de las regiones orientales de Donetsk y Lugansk, Alexandr Borodai y Marat Bashirov.