EL MUNDO › WESLEY CLARK, EJE DE LAS CRITICAS DE LOS DEMOCRATAS
Disparen contra el general
Por José Manuel Calvo *
Desde Washington
El debate que los candidatos demócratas mantienen entre sí para aclarar el panorama antes de las elecciones primarias que comienzan en enero fue por fin eso: un debate. El jueves por la noche, en Arizona, los nueve –ya ha habido una baja, la del senador Bob Graham– discutieron entre ellos con cierto ardor. El pararrayos de casi todas las críticas fue el general retirado Wesley Clark, que entró el último en la carrera electoral y que fue tratado con gran deferencia en el anterior debate de hace dos semanas en Nueva York. Clark, que entró hace tres semanas en la carrera para ser el candidato demócrata en noviembre de 2004, encabeza ahora los sondeos por encima de Howard Dean y de John Kerry, con lo que se ha convertido en el hombre a vencer.
Sus rivales le echaron en cara el cambio de opinión sobre Irak. Joe Lieberman, el más conservador en este asunto, fue el más duro: dijo que estaba “muy decepcionado”: “Los estadounidenses han perdido la confianza en Bush porque no ha sido sincero con ellos. Necesitamos un candidato que pueda superar la prueba de haber llegado a una conclusión y tener el valor de mantenerla”. Kerry y Dean le reprocharon haber dicho un día que “probablemente” hubiera votado a favor de la guerra para rectificar al siguiente. “No voy a atacar a mis compañeros demócratas”, respondió Clark, para lanzarse inmediatamente contra ellos y decir que las críticas que él estaba haciendo no eran sobre la guerra en sí, sino sobre la escasez de fuerzas en Irak y la falta de planeamiento de la posguerra. Y aunque votó en su momento por Richard Nixon y por Ronald Reagan, aseguró que en el año 2000 su papeleta fue para Al Gore.
Kerry censuró a Clark por haber respaldado los recortes fiscales de Bush hace dos años, y Clark aprovechó para justificar su brújula: “Los estadounidenses creyeron que habían elegido a un conservador compasivo; en lugar de eso, lo que tenemos es a un tipo que ha conseguido que estemos en déficit y que nos ha conducido de forma imprudente a una guerra. Y ha sido un radical, no un conservador compasivo. Por eso los norteamericanos quieren un cambio, y por eso yo estoy compitiendo en estas elecciones”.
El debate fue más vivo gracias al formato y a la moderadora, la veterana periodista, ahora en la CNN, Judy Woodruff, que encaminó las cosas para resaltar lo que más separa a los candidatos. Después de una primera parte más formal, los nueve se pusieron cómodos –chaquetas fuera, excepto la candidata Carol Moseley Braun– y se acercaron a la audiencia, que pudo preguntar desde cuestiones relacionadas con la atención sanitaria a los veteranos –un soldado recién llegado de Irak– hasta las deficiencias de la cobertura médica –una mujer convaleciente de un derrame cerebral–.
* De El País de Madrid. Especial para Página/12.