EL MUNDO › EMPIEZA EL DESABASTECIMIENTO EN LA CAPITAL BOLIVIANA
La guerra a las puertas de La Paz
El presidente Gonzalo Sánchez de Lozada seguía ayer acosado por manifestaciones en reclamo de su renuncia y La Paz, sede del gobierno de Bolivia, estaba amenazada por el desabastecimiento de combustible y alimentos tras más de tres semanas de protestas sociales. Las organizaciones cívicas, vecinales y sindicales, que también se oponen a un proyecto de exportación de gas natural a mercados de ultramar, manifestaban por tercer día consecutivo en la empobrecida ciudad de El Alto, a 12 kilómetros de La Paz.
Con las principales rutas de acceso cortadas, la sede del gobierno comenzaba a sentir los síntomas del desabastecimiento de combustible traducidos en largas filas de automóviles en los centros de expendio de gasolina y diesel, algunos de los cuales permanecían cerrados. La falta del combustible obedece a que las violentas manifestaciones cívicas y vecinales en El Alto han impedido el tránsito de los camiones de reparto. Camiones de distribución de balones de gas licuado de uso doméstico permanecían también varados en Senkata (en El Alto), mientras las amas de casa reclamaban a las autoridades locales por la normalización del suministro.
Los enfrentamientos, menos violentos que los del jueves que dejaron dos muertos y más de veinte heridos, persistían y evitaban que vehículos de carga y pasajeros fluyan normalmente hacia La Paz. Como consecuencia de esporádicos cortes de las rutas del Altiplano y un cierre total de la vía a unos valles subtropicales de los Yungas, los mercados públicos de abasto comenzaban a dar muestras de escasez de comestibles Y el gobierno estudia declarar el estado de sitio..