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El flamante responsable de Cultura del Ayuntamiento de Madrid, Guillermo Zapata, miembro del equipo de la alcaldesa Manuela Carmena, anunció ayer que deja ese cargo, aunque seguirá siendo concejal, y pidió disculpas tras la polémica por sus bromas consideradas antisemitas. Quiero “pedir perdón a las personas que se hayan visto afectadas por los tuits que he realizado en estos años”, declaró este guionista de 35 años en una rueda de prensa convocada tras casi 24 horas de polémica por sus mensajes, algunos de ellos de 2011. Una de sus bromas se reía del Holocausto y de los judíos muertos en las cámaras de gas, mientras otra se mofaba de una víctima de la organización armada independentista vasca ETA. El concejal fue elegido en las elecciones municipales del 24 de mayo en la lista de Ahora Madrid, una plataforma ciudadana compuesta por representantes de asociaciones y partidos de izquierda como Podemos, el ecologista Equo e Izquierda Unida, que desde el sábado gobierna la ciudad con el apoyo de los socialistas.

Zapata afirma haber hecho estas bromas, citadas entre comillas, en el marco de una conversación en línea sobre los límites del humor. Sus comentarios fueron rescatados y difundidos en las redes sociales poco después de la investidura de la nueva alcaldesa, Manuela Carmena, a quien la derecha exigió ayer un consejo municipal extraordinario para tratar el tema. Muchos concejales habían pedido también la dimisión de Zapata.

La polémica estalló durante el fin de semana, cuando salieron a la luz los comentarios vertidos en la red social por el recién estrenado concejal de Ahora Madrid, plataforma política afín al partido emergente de izquierda Podemos que gobierna desde el sábado en la capital española.

“¿Cómo meterías a cinco millones de judíos en un 600? En el cenicero” o “Se confirma que ETA además de criminal era idiota, con la cantidad de simpatizantes y aliados que tenía no fue capaz de tomar el poder” fueron algunos de los tuits que Zapata publicó hace cuatro años. En medio del escándalo, el político se disculpó. “Quiero reiterarles que no soy antisemita en absoluto. Rechazo todo tipo de violencia, cualquier modelo de terrorismo”, afirmó el concejal, prometiendo escribir cartas a varias personas, “en especial a la comunidad judía”, para explicarse.

Dado que esta polémica “podía afectar de manera muy profunda al trabajo que yo podía ejecutar en el área de Cultura, me parecía que era un ejercicio de responsabilidad quitarme de en medio”, sostuvo Zapata. “Manuela Carmena aceptó”, agregó, considerando que con la llegada de un equipo surgido en parte del movimiento de protesta social de los ‘indignados’, Madrid vive “un cambio histórico” que conlleva “una presión histórica”. Precisó, sin embargo, que seguirá siendo concejal.