El gobierno de Santa Fe dio ayer por finalizado el escrutinio provisorio con el 95,45 por ciento de las mesas y anunció que el definitivo comenzará mañana, a las 8, en el Tribunal Electoral. La decisión dejó sin escrutar 347 mesas (el 4,55 por ciento), lo que significa más de 100 mil votos, a los que habrá que agregar otros 120 mil en duda, entre blancos, anulados, impugnados y recurridos. El recuento ubicó al socialista Miguel Lifschitz al tope de la elección a gobernador con una ventaja de una décima (0,11 por ciento) y 2100 votos sobre Miguel Torres Del Sel y 26 mil votos arriba (1,44 por ciento) de Omar Perotti. Ayer, Del Sel y Perotti coincidieron en el escenario del “triple empate”. “No hubo polarización, sino paridad entre los tres. No hay nada definido”, planteó el peronista. Y advirtió que la única forma de garantizar la “legitimidad” del próximo gobernador será abrir todas las urnas que sean necesarias.

Perotti cuestionó el cierre del escrutinio provisorio con 347 mesas sin escrutar sobre un total de 7628. “Son más de 100 mil votos, cuando entre los tres candidatos apenas hay una diferencia de 26 mil. Vaya entonces si la información no era clave en ese momento”, planteó.

Sin embargo, el gobierno justificó la decisión de clausurar el cómputo el lunes, a las 5.21 de la mañana, porque los telegramas de 304 mesas habían sido “desestimados” por el Tribunal Electoral, pero no dijo qué sucedió con las otras 43. “Las mesas están identificadas y los fiscales tienen copia de los telegramas desestimados, no se han visto grandes falencias en los telegramas como ocurrió en las PASO, sí existió un criterio más estricto desde el Tribunal para su valoración”, aclaró.

Perotti y Del Sel cuestionaron que Lifschitz hubiera festejado el domingo a la noche por una encuesta que lo daba ganador por medio punto. “Nadie debió haberse adjudicado el triunfo con mesas testigos. Hay que respetar, no sólo al votante, sino a los otros candidatos. Porque gobernar la provincia con el 30 por ciento de los votos y no tener legitimidad de origen sería muy malo para la democracia”, dijo el candidato del Frente para la Victoria.

El sondeo del socialismo atribuyó a Lifschitz una diferencia a favor del 0,5 por ciento sobre Del Sel (30,3 por ciento a 29,8 por ciento) y ubicó a Perotti con el 27,7 por ciento. Después, el jefe del PRO Mauricio Macri dijo que su partido también tenía una muestra similar que lo daba ganador a Del Sel por el 0,7 por ciento, aunque ayer el ex Midachi corrigió ese pronóstico y lo estiró al 1,2 por ciento. Más tarde, Perotti reveló que el peronismo contaba con una tercera medición de mesas testigos que le asignaba una ventaja del uno por ciento sobre Lifschitz, pero que no lo difundió por cautela, “sabemos que hay un porcentaje de error”, aceptó.

Según Perotti, aún faltan contar un 7 por ciento de los votos, entre los 100 mil no computados en el escrutinio provisorio y los 120 mil entre blancos, anulados, recurridos e impugnados, cuando la “diferencia entre los tres candidatos no llega al 1,4 por ciento, esto es 26 mil votos. Entonces, habrá que tomar todos los recaudos para el recuento definitivo, contar voto por voto para dejarle a los santafesinos la tranquilidad de que no quedan ninguna duda sobre quién fue el ganador, así sea por un voto. La legitimidad va a ser necesaria para el próximo gobernador electo”, planteó.

Del Sel se mostró “preocupado” por “la incertidumbre de no saber el resultado final” de la elección. “Ya sucedió en las PASO (del 19 de abril), cuando tuvimos que esperar dos semanas para conocer el resultado y volvió a suceder ahora”, se quejó. “Nos llamó la atención cuando Lifschitz se declaró ganador con una diferencia de apenas 2000 votos y faltaba escrutar” más de 100 mil. “Vamos a pedir que se cuente voto por voto y que la gente sepa quien es el ganador realmente”, concluyó Del Sel.