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El presidente de Ecuador, Rafael Correa, advirtió que existen sectores que buscan otro 30 de septiembre (30-S), en referencia al frustrado ataque de 2010 en su contra con una serie de protestas policiales que derivaron en un intento de golpe de Estado que dejó cinco muertos en Quito y lo retuvo en un hospital de la policía de donde debió ser rescatado por las fuerzas armadas. El mandatario ecuatoriano desafió a esos grupos a propiciar una consulta revocatoria de mandato y aseguró que, pese a la violencia, no podrán contra la Revolución Ciudadana. Ante miles de simpatizantes y seguidores, Correa aceptó que todos tienen derecho a manifestarse, pero nadie tiene derecho a la violencia. Pese al peligro que pasó en aquella jornada y a que temió por su vida –reconoció–, su administración no cedió en una coma, en una vocal, porque “jamás cederemos ante la fuerza y la sinrazón”.

El oficialismo reunió ayer a sus militantes y seguidores, con banderas ecuatorianas, de la Alianza País y del Partido Socialista, en la Plaza Grande, frente al Palacio de Carondelet, para contrarrestar la serie de protestas de sectores opositores que cuestionan el proyecto de impuesto a la herencia y a la plusvalía, pero que fueron más allá y pidieron la salida de Correa del cargo. “Ojalá algún día se atrevan a ir a una consulta popular de revocatoria (del mandato) para vencerlos nuevamente en las urnas”, afirmó el mandatario, que llamó a defender la revolución en cada rincón de la patria.

Asimismo, Correa lamentó que la derecha, “gente insensata, irresponsable”, esté “buscando violencia, buscando muertos”, y puso como ejemplo que la oposición haya organizado una caravana que podía chocarse con otra manifestación oficialista. Defendió los dos proyectos cuestionados por la oposición y lamentó la campaña de desinformación por las iniciativas que afectarían, dijo, a menos del 2 por ciento de la población más acaudalada y a los que especulan con las tierras. “Si me demuestran que la ley de herencias y la de las ganancias extraordinarias afectan a la clase media y a los pobres, personalmente pediré a la Asamblea Nacional el archivo de esas leyes, pero si no lo logran demostrar se evidenciará, una vez más, que son unos mentirosos”, manifestó.

La primera réplica a sus palabras salieron del legislador Andrés Páez, uno de los impulsores de las manifestaciones, que escribió en Twitter: “¡Listo Correa, aceptado el desafío! ¡Vamos por la revocatoria, pero con un Consejo Electoral independiente, no con esos borregos mamarrachos!”. El presidente ecuatoriano también responsabilizó de parte de las protestas al banquero y ex candidato presidencial Guillermo Lasso, que declaró, según el mandatario, 15 millones de dólares de ingresos en 2014, es decir 3500 años de trabajo de un obrero y el trabajo de toda una vida de 100 obreros. “¿Y este es el que nos habla en nombre de la clase media y de la familia? ¿Hay algo que moralmente justifique esto? Ya basta de tanta injusticia e inequidad”, enfatizó, escoltado por la titular de la Asamblea Nacional, Gabriela Rivadeneira, y el vicepresidente Jorge Glas, y volvió a atribuir a los banqueros el haber destruido la economía en 1999.