El papa Francisco, que ayer conversó en audiencia privada con el presidente de Colombia, Juan Manuel Santos, durante 20 minutos, le pidió que persevere en sus esfuerzos de paz y le ofreció su ayuda, prometiéndole que visitará el país próximamente, aunque, si se consigue la paz, ese viaje podría acelerarse. “El santo padre me pidió que persevere, me dijo que no baje la guardia. La reconciliación en Colombia hay que buscarla de todas formas y así lo haré”, contó el presidente colombiano a los periodistas una vez que salió del Vaticano. Francisco le había asegurado que rezaba mucho por el proceso de paz, mientras el mandatario le dijo que había venido “a pedir su ayuda”. “Por usted rezo mucho, por el proceso de paz rezo, y oro, oro mucho”, indicó el Papa. El mandatario colombiano le respondió: “Por eso estoy aquí, para pedir su ayuda”.

Y Francisco agregó, según Santos: “Lo que pueda hacer yo personalmente o la Iglesia, cuente con nosotros. Lo apoyamos y si necesita que juguemos un papel, estamos dispuestos a hacerlo, a ayudarlo”. “Cosa que nos complace, porque el Papa en estos momentos es la máxima autoridad del mundo en estos asuntos”, añadió el mandatario, sabiendo que las negociaciones de paz están atravesando numerosas dificultades debido a atentados y ataques de la guerrilla en los últimos días. Interrogado por la prensa sobre una posible mediación concreta de la Iglesia o del mismo pontífice en Colombia, Santos respondió con tono prudente y aseguró que aunque “hablaron de posibilidades, eso tendría que ser algo que saliera de ambas partes”.

Teniendo en cuenta la promesa que hizo a sus compatriotas en enero pasado, asegurándoles que este año se llegaría a un acuerdo con las FARC, algunos medios latinoamericanos e internacionales apreciaron como positivo el encuentro con Francisco y lo que el Papa le dijo. “Me dijo algo muy bonito. Me dijo: ‘Usted es tal vez el mandatario por el cual más he rezado yo’. Y eso me llegó al fondo del corazón. Le dije: ‘Santo Padre, siga rezando. Lo necesito, necesito su apoyo, necesito su iluminación’.”

Medio ambiente y víctimas de la guerra también fueron temas tocados durante el encuentro. “A Colombia le interesa enormemente lo que el Papa está defendiendo, el medio ambiente, que es el tema de la encíclica que sale esta semana”, indicó Santos. “Hablamos del inmenso dividendo que en términos de medio ambiente daría la paz. Por el efecto del narcotráfico en las bosques tropicales y selvas y por la contaminación de las aguas a raíz de ataques a oleoductos o el derrame de petróleo como acaba de ocurrir en las carreteras de Colombia”, dijo aludiendo a recientes acciones de la guerrilla.

La oficina de prensa de la Santa Sede por su parte había informado que “durante las cordiales conversaciones se habló de las buenas relaciones entre la Santa Sede y la República de Colombia, haciendo hincapié en la contribución que la Iglesia Católica ha dado y continúa asegurando a favor del progreso humano, social y cultural de la población. Entre los argumentos analizados, se prestó una atención particular al estado del proceso de reconciliación en curso en el país, a la complejidad de las negociaciones que conlleva y a las perspectivas que podría abrir el logro de un acuerdo de paz”. Y también, concluyó el comunicado vaticano sin entrar en mayores detalles, “hubo un intercambio de opiniones sobre la situación política y social regional, especialmente sobre los esfuerzos para promover la estabilidad de los países de la zona, su desarrollo armónico y equitativo y la promoción de una cultura de la legalidad”.

El mandatario colombiano llegó la semana pasada a Italia para visitar en Milán el pabellón de Colombia en la Expo 2015 y asistir, el 12 y 13 de junio, a la Conferencia Italia-América latina que contó con la presencia de otros cuatro mandatarios latinoamericanos, además de numerosos ministros de exteriores. El viaje de Santos a Europa fue interpretado como una manera de publicitar e impulsar sus gestiones por la paz con la guerrilla que tiene en jaque a los gobiernos colombianos desde hace 50 años. Las negociaciones comenzaron en 2012 y se llevan a cabo en La Habana. El sábado, Santos habló en el cierre de la Conferencia de la FAO (Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación) y también allí hizo referencia a la paz en su país, destacando que “la paz debe empezar en el campo” y subrayando el papel que juegan los agricultores familiares para lograrla.

Las conversaciones del Papa y Santos se llevaron a cabo en la biblioteca privada del pontífice, en el segundo piso del palacio apostólico, donde el presidente colombiano llegó acompañado de una comitiva de diez personas, incluidos su hijo Martín y la canciller, María Angela Holguín.

Luego de la audiencia papal, Santos se reunió con el número dos del Vaticano, el cardenal Pietro Parolin, que por años fue nuncio apostólico en Venezuela, y con el virtual ministro de Relaciones Exteriores, monseñor Paul Gallagher. Como en todas las audiencias privadas del papa, los protagonistas se hicieron regalos. Francisco le regaló a Santos un medallón de San Martin de Tours, el santo que se dice se sacó su capa para dársela a un pobre. “Me gusta mucho regalar esto a los gobernantes porque es una manera de recordarles su deber de proteger a los pobres”, dijo el Papa. También le regaló una copia de su exhortación apostólica Evangelii Gaudium, como hace a menudo con los mandatarios que lo visitan. El presidente, de su lado, le llevó al Papa un juego de platos de cerámica colombiana. El servicio es para ocho personas y está dedicado especialmente al llamado C8, el consejo de ocho cardenales que asesoran a Francisco en los cambios que se quieren hacer en la Iglesia.