Viernes, 11 de septiembre de 2015 | Hoy
Dinamarca dio vía libre a los refugiados en tránsito hacia Suecia y terminó con las marchas y contramarchas con los que había retenido desde el miércoles porque no querían registrarse en el país. Los servicios ferroviarios, que habían sido suspendidos anteayer porque los refugiados se negaban a abandonar los trenes, finalmente fueron reiniciados. Además, la Policía Nacional tomó unilateralmente la decisión de abrirle las fronteras a los refugiados. El director del organismo, Jens Henrik Hojbjerg afirmó que cumplen con las obligaciones internacionales de Copenhague. “Nuestro deber es tomarles las huellas a quienes piden asilo; a los que no, les pedimos el nombre. Así hemos decidido y así seguiremos haciéndolo”, dijo. Los migrantes se niegan a solicitar asilo en Dinamarca y prefieren hacerlo en Suecia, dado que ese país dispone de una política más flexible para estos casos.
En medio un aluvión record de migrantes desde los Balcanes, el gobierno húngaro anunció ayer que estudiará la semana próxima si declara el “estado de crisis por la inmigración masiva”, al tiempo que el ejército inició unas maniobras para prepararse en caso de que se le exija apoyar a la policía en la vigilancia de las fronteras. La posibilidad de declarar el “estado de crisis” se debatirá en una reunión del Ejecutivo nacionalista el próximo martes, cuando entren en vigor las leyes que endurecen las penas por entrar de forma ilegal en el país, explicó el ministro de Gobernación, Janos Lazar. En situaciones de crisis, que puede durar hasta seis meses, el Estado puede intensificar los controles fronterizos, y la policía y el ejército asumir las tareas de registrar a los solicitantes de asilo.
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