EL MUNDO
Todos comerán perdices en la Bushlandia que viene
Tras el aumento del 8,2 por ciento del PBI, un alza de la confianza del consumidor y la baja del pedido de subsidio de desempleo, un aumento de la productividad ofrece otra buena noticia para Bush.
Podría ser inminente una recuperación del empleo en Estados Unidos, según los nuevos datos que se divulgaron ayer que revelan que los trabajadores produjeron hasta el límite y que se registraron nuevas contrataciones en el sector de los servicios. La productividad de las empresas estadounidenses –que se mide tomando lo que produce cada empleado por hora– subió 9,4 por ciento en el tercer trimestre, en ritmo anual, para alcanzar su nivel más alto en 20 años. La medición se hace tomando lo que produce cada empleado por hora. Este aumento, el más importante desde el segundo trimestre de 1983, puede anunciar la creación de empleos.
Muchos economistas creen que lo que está sucediendo es que las empresas están esperando un aumento repentino en la demanda, pero quieren ver si continúa antes de contratar nuevos empleados. Mientras tanto le exigen más a su fuerza laboral existente para cumplir con la demanda, lo que explica el aumento de productividad. “Se puede hacer eso por un tiempo antes de extenuar a los trabajadores”, dijo Stephen Stanley, economista de mercado de RBS Greenwich Capital. “Van a tener que comenzar a contratar”, añadió. Este incremento ocurre tras un aumento de 7 por ciento en el segundo trimestre, y es algo superior a lo esperado por los analistas, que contaban con una progresión de 9,2 por ciento de la productividad en el tercer trimestre. La producción aumentó 10 por ciento en este último, el mayor ritmo desde el tercer trimestre de 1983, cuando el país también salía de una recesión. En el segundo trimestre de este año, la producción había aumentado 4,6 por ciento.
Por su parte, las horas trabajadas aumentaron solamente 0,8 por ciento, tras un retroceso de 2,2 por ciento en el segundo trimestre. Aunque modesta, se trata de la progresión más importante desde el primer trimestre de 2000. Los analistas consideran que las empresas obtuvieron el máximo de sus empleados y que ahora deberán resignarse a nuevas contrataciones. “Este tipo de crecimiento de la productividad no puede sostenerse y perfectamente podría ocurrir que en el tercer trimestre de este año las ventas alcanzaron un nivel en el cual las compañías no tuvieron más elección que sumar nuevos trabajadores o arriesgarse a perder clientes”, dijo el economista jefe de Moody’s Investors Service (ISM), John Lonski. Esta demanda futura debería permanecer en buena forma, ya que las empresas volvieron a invertir luego de un largo período de apatía. “Habrá que esperar cifras más moderadas de productividad en el futuro”, ya que coincidirá con “un inicio de contrataciones”, destacó el economista independiente Joel Naroff. Esto hace esperar una verdadera recuperación del empleo, como anuncian múltiples señales desde hace varias semanas.
El aumento en la productividad significa que las empresas pueden producir más a menor costo. Históricamente, el aumento de productividad tiende a producir ganancias más altas en las empresas, salarios más altos y precios más estables. A la larga, también puede contribuir a una baja en las perspectivas de empleo ya que las empresas se dan cuenta de que se las pueden arreglar con menos personal. En el sector servicios, los directores de compras reunidos en el ISM anunciaron ayer que su índice de empleo alcanzó en noviembre un pico desde marzo de 2000.
El ISM ya había informado sobre una mejoría en la industria, que volvió a crear empleos en noviembre por primera vez en más de tres años. Se trata de cifras importantes, ya que el mercado del trabajo, determinante para asegurar la solidez de la reactivación a través de la confianza y el consumo, estuvo durante mucho tiempo a la rastra de la recuperación económica estadounidense. Casi 2,4 millones de empleos desaparecieron desde comienzos de 2001, y la industria eliminó 2,8 millones de puestos en tres años, al tiempo que una “reactivación sin empleos” seguía a la recesión del año 2001. El mercado laboral se recupera desde mediados de año con 286.000 empleos creados en tres meses, pero la cuestión es saber si este repunte durará.
Si la respuesta es sí, el empleo completará el rompecabezas de una franca reactivación en todos los frentes, incluso aunque las tasas decrecimiento seguramente bajarán del pico de 8,2 por ciento anual del tercer trimestre. Las cifras del desempleo para noviembre serán publicadas el viernes próximo y los analistas esperan unos 150.000 nuevos empleos creados.