EL MUNDO › NETANYAHU DESAIRó A OBAMA AL ELUDIR UNA REUNIóN EN WASHINGTON SOBRE AYUDA MILITAR

Israel prefiere discutir con el sucesor

El vicepresidente norteamericano, Joseph Biden, comenzó ayer su visita a Israel cuando los medios israelíes daban cuenta de que Netanyahu está evitando discutir con Obama para hacerlo con el que gane las elecciones.

El desplante del primer ministro de Israel, Benjamin Netanyahu, al declinar la invitación de Estados Unidos después que el propio gobierno de Israel hubiera pedido una reunión para mediados de marzo, se convirtió en otro motivo de tensión entre Obama y Netanyahu que afecta las relaciones entre los dos países aliados en el medio Oriente.

El vicepresidente estadounidense, Joe Biden, llegó ayer a Israel para negociar un paquete de ayuda militar destinada a este país, en medio de tensiones con la Casa Blanca y en una jornada marcada por un repunte de la violencia en la zona. “Estados Unidos está completamente dedicado a la seguridad de Israel y de sus ciudadanos. Tenemos un compromiso total y absoluto con la sociedad de Israel y esperamos hacer algunos progresos”, fueron las primeras declaraciones de Biden en Israel después de reunirse con el ex presidente Simon Peres, informó un comunicado oficial. Según fuentes diplomáticas, Biden se refería a la ayuda bilateral que centrará la atención de los dirigentes israelíes durante sus reuniones con el vicepresidente estadounidense, cuya presencia en la zona tiene como fin impulsar la negociación de un nuevo paquete de asistencia militar para Israel durante los próximos diez años.

Este acuerdo de cooperación estratégica bilateral debe sustituir al actual, que expira en 2017 y está valorado en 30.000 millones de dólares en diez años.

Israel aspira a recibir un incremento en la cantidad que percibe desde 2007 –equivalente a unos 3.000 millones de dólares anuales sumados a aportaciones para otros proyectos como sistemas de defensa de misiles– en “compensación” al acuerdo en materia nuclear impulsado por Washington y alcanzado el verano pasado entre las potencias occidentales e Irán.

Las dificultades en las negociaciones sobre el monto de la ayuda, en marcha desde 2015, llevaron a decir recientemente a Netanyahu, que quizás sería conveniente aplazar la firma del acuerdo hasta que asuma el cargo el próximo presidente de la Casa Blanca, lo que generó malestar en Washington.

Las estrechas relaciones entre Israel y Estados Unidos sufrieron un cimbronazo ayer tras revelarse, horas antes de iniciarse la visita de Biden, que el primer ministro Benjamin Netanyahu declinó una invitación de la Casa Blanca para reunirse con el presidente estadounidense Barack Obama a mediados de marzo en Washington. Para Estados Unidos, el propio gobierno de Israel había solicitado un encuentro “el 17 o 18 de marzo”, y hace dos semanas la Casa Blanca fijó la cita para el 18. Según su oficina, Netanyahu no quiere interferir en las primarias que se celebran antes de la elección presidencial en Estados Unidos, ya que sus interlocutores más afines son los precandidatos republicanos que ya lo han invitado al Congreso estadounidense para criticar a Obama.

Los diarios Haaretz y Yedioth Ahronoth vincularon el incidente a las negociaciones en curso sobre la renovación de la ayuda militar estadounidense a Israel. “Netanyahu prefiere debatirlo con el próximo presidente” de Estados Unidos, escribe Yedioth. Fuentes de la Oficina del jefe del Gobierno israelí consultadas por el diario Yediot Aharonot apuntaron a que Netanyahu querría evitar presiones por parte de Obama para firmar un acuerdo poco conveniente.

El argumento de que el viaje fue anulado ante la imposibilidad de cerrar una fecha para verse con el presidente estadounidense, Barack Obama, sorprendió a la Casa Blanca, donde se aseguró que aún se trabajaba en buscar una fecha que les cuadrara a ambos políticos.

La anulación del viaje también coincidió con la publicación en el periódico The Wall Street Journal de las posibles intenciones de Obama de apoyar ante el Consejo de Seguridad de la ONU una resolución que ponga fin al conflicto con los palestinos, estableciendo un compromiso definitivo entre ambos actores en cuestiones clave como las fronteras o los asentamientos.

“Sé que bajo el liderazgo del presidente Obama, Estados Unidos se preocupa por la seguridad de Israel”, afirmó Peres durante su encuentro con Biden, ante el que halagó las relaciones de amistad y respeto que unen a sus países e insistió en que la única solución al conflicto con los palestinos “es la de los dos Estados”.

Esta polémica diplomática se dio ayer en el marco de un repunte de la violencia, dentro de la ola de ataques que sacude la región desde octubre y que dejó ya 190 muertos palestinos –dos tercios de ellos en acciones contra israelíes– y 30 israelíes, tres extranjeros y un palestino como víctimas. A un kilómetro de distancia del lugar en el que se entrevistaron Biden y Peres, un turista estadounidense de 29 años falleció a causa de las lesiones causadas por un palestino que le apuñaló y que fue abatido después por las fuerzas de seguridad de Israel, tras herir a diez personas.

Se trataba del cuarto ataque violento en una de las jornadas más sangrientas de los últimos meses, en la que murieron cuatro atacantes palestinos y el joven estadounidense y trece personas resultaron heridas, incluidos dos policías israelíes.

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El vicepresidente norteamericano, Joe Biden, junto al presidente, israelí Simon Peres.
 
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