La Corte Constitucional avaló el plebiscito como mecanismo destinado a refrendar los acuerdos de paz que el gobierno de Juan Manuel Santos firme con las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) en el marco de las negociaciones que se llevan a cabo en Cuba. La realización de la consulta fue celebrada de inmediato por el presidente colombiano, quien consideró que podría ser el voto más importante en la vida de cada ciudadano. Apenas conocida la decisión del tribunal, el ministro colombiano del Interior, Juan Fernando Cristo, dijo que es posible que el referendum –iniciativa del propio mandatario, de carácter vinculante, para que sea el pueblo quien dé la última palabra al acuerdo con la guerrilla colombiana– se celebre en septiembre.

En entrevista con la cadena de radio Caracol, el ministro colombiano señaló que se trata de “una oportunidad histórica para construir una nación distinta en paz” y “construir una Colombia equitativa para todos”.

Cristo enfatizó también que el Gobierno hará campaña por el sí con total respeto hacia quienes no comparten esta posición y garantizará garantías plenas para que todos los sectores defiendan sus posiciones.

En cambio, el senador Alfredo Rangel, del opositor partido Centro Democrático, fundado por el ex presidente Álvaro Uribe, lamentó la postura de la Corte y advirtió que el resultado de la consulta está abierto porque nada garantiza que gane el sí o el no. Hoy comenzará en Colombia un nuevo período de sesiones legislativas, que este año estará marcado por el tratamiento de 44 proyectos cuyo objetivo es nada menos que implementar los acuerdos de paz que firme el gobierno con las FARC.

En el debate que tuvo lugar en la Corte, la iniciativa se resolvió por siete votos a favor y dos en contra, informaron fuentes jurídicas. La presidenta de la Corte Constitucional, María Victoria Calle, señaló que para el alto tribunal el proyecto de ley que establece un plebiscito para la paz cumplió con el trámite de ley, razón por la cual lo declaró ajustado a la Carta Política. “La corporación declaró que estaba acorde con las reglas de la Constitución, es decir, que se habían respetado todas las reglas del procedimiento legislativo en ese proyecto de ley estatutaria”, señaló.

En lo relacionado a las campañas por el sí o el no en la consulta, la Corte incorporó una prohibición para vincular contenidos que promuevan partidos, movimientos políticos o candidaturas a cargos de elección popular. El proyecto de plebiscito aprobado en el Congreso establece un umbral del 13 por ciento del censo electoral para lograr la aprobación, por lo que el sí necesitaría de 4.396.626 votantes para tener validez.

En caso de que el no gane el referendum, cuya fecha de celebración podría ser en septiembre pero aún no está definida, no se pierde todo el trabajo de negociación hecho desde noviembre de 2012 sino que habría que renegociar los términos pactados. Diferentes sectores políticos, entre ellos los que sostienen al gobierno y a la izquierda, así como la Iglesia, anunciaron que harán campaña por el sí en el plebiscito.

Con euforia, Santos exclamó en una alocución al país, poco después de que se conociera el fallo favorable: “Será un momento histórico, verdaderamente histórico, en el que tendremos la oportunidad y la responsabilidad de hacer sentir nuestra voz, porque lo que está en juego es de enorme importancia”. El gobernante señaló que, probablemente, “es la decisión de voto más importante que cada uno de nosotros tendrá que tomar en toda su vida” y destacó el valor del mecanismo del plebiscito, del que, dijo, es “una de esas formas de participación popular”, en la que pueden expresarse “todas las voces y las ideas con la tranquilidad de poder hacerlo sin temor, sin miedo”.

Igualmente, dijo que tras la aprobación de la Corte Constitucional lo que viene es terminar de discutir y acordar los temas que están pendientes y que hasta entonces y sólo entonces, “podremos afirmar que todo está acordado”. El 23 de junio el Gobierno y las FARC firmaron el acuerdo sobre el fin del conflicto, que incluye un cese el fuego unilateral y definitivo, así como un cronograma para que los guerrilleros dejen las armas, pero aún falta resolver detalles que quedaron pendientes de los otros cuatro puntos de la agenda de negociación.

“Me comprometí con ustedes a hacerlo porque la paz es un propósito y un objetivo nacional, de todos los colombianos sin excepción, sin importar su ideología, con el fin de alcanzar un país en paz, libre de las cadenas del sufrimiento y la violencia”, apuntó Santos. Por último, subrayó que esta será una paz sin impunidad e invitó al país a trabajar para edificar, “como lo soñó el Nobel Gabriel García Márquez, una nueva y arrasadora utopía de la vida, donde nadie pueda decidir por otros hasta la forma de morir”.