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Un coche bomba (foto) explotó ayer por la mañana en Bagdad. El objetivo parecía ser el Hotel Karma, nadie del hotel fue herido. La mayoría de los extranjeros ha dejado el hotel precisamente porque su ubicación, al lado de una calle principal, lo hace un blanco fácil. La única muerte confirmada es la de un niño que vendía gaseosas en la calle. Se trata de la última víctima de una táctica que ha matado y herido a más civiles iraquíes que soldados de la ocupación. Hubo varios heridos, todos iraquíes. Fuentes policiales no descartaron que el objetivo del ataque fuera la cercana Embajada de Australia, si es así, es difícil entender por qué no se detonó la bomba más cerca de la embajada. En Najaf, el santuario más sagrado para los chiítas fue dañado por segunda vez ayer en combates entre fuerzas norteamericanas y la milicia del clérigo radical Muqtada al Sadr, lo que provocó furia en la mayoría iraquí chiíta. Ambos bandos inmediatamente culparon al otro por los daños provocados, al parecer, por un cohete o un obús de mortero. Una multitud enardecida se reunió en el santuario, culpando a los norteamericanos y demandando que retiren sus fuerzas de los alrededores del lugar sagrado. Sin embargo, un representante del Gran Ayatolá Ali al-Sistani acusó al Ejército de Mehdi de Al-Sadr de haber dañado deliberadamente el santuario para luego culpar a los norteamericanos.