EL MUNDO › LOS PALESTINOS APELARAN A LAS NACIONES UNIDAS
A desmurallar, a desmurallar
Por Donald Macintyre *
Desde Sheikh Sa’ed
Los líderes palestinos están apresurando sus planes para presentar un proyecto de resolución ante la Asamblea General de las Naciones Unidas para que Israel implemente el dictamen de la Corte Internacional en el que el muro de 750 kilómetros parcialmente construido es declarado ilegal. Nasser al-Kidwa, el representante palestino en la ONU, consultará mañana en Nueva York con los estados árabes sobre una resolución que apoye el fallo que sostiene que Israel deberá desmantelar el muro y compensar a los palestinos por el malestar causado por su construcción.
Funcionarios palestinos dijeron ayer que querían que el proceso de la ONU no pierda el impulso de este dictamen, que según ellos fue más claro que lo esperado al reafirmar la ilegalidad bajo leyes internacionales, no sólo de las secciones principales del muro del lado palestino de la línea verde de 1949-67, sino también de las colonias judías en territorios ocupados. Los líderes palestinos, sin embargo, no han decidido si o cuándo presentar el tema ante el Consejo de Seguridad de la ONU. La asamblea general tiene una virtual mayoría a favor de los palestinos, pero no comparte los poderes del Consejo de Seguridad para imponer sanciones.
La sobria visión de la opinión pública palestina sobre el grado en el que el fallo podría traducirse en algo más que una victoria moral era palpable ayer en la calle principal de este pequeñísimo barrio en la cima de una colina. “Finalmente, La Haya ha dado una buena sentencia”, dijo Mohammed Iwaisat, quien, como la mayoría de sus vecinos, miró la audiencia judicial por Al Jazeera. “El problema es implementar el fallo.” El muro en el barrio Sheikh Sa’ed separará por completo a sus 2000 habitantes del pueblo de Jabel Mukaber, de la cual ha sido parte desde los primeros días del mandato británico, y en el que viven solamente cuatro familias extendidas, en Sheikh Sa’ed y los otros seis vecindarios de Jabel.
En las semanas posteriores a la Guerra de Seis Días en 1967, las autoridades israelíes informalmente trazaron la frontera de la recientemente conquistada Jerusalén Este a través del pueblo, colocando de forma arbitraria a Sheikh Sa’ed en Cisjordania. Pero eso no era demasiado importante hasta que se comenzó a planificar el muro, ya que, aunque alrededor de 500 de sus residentes tenían papeles de Cisjordania, Sheikh Sa’ed estaba de hecho en Jerusalén, y tenían permisos israelíes para entrar a la ciudad, y garantía a largo plazo para utilizar los servicios públicos de Jerusalén. Así no había problemas, ya que lo único que hay del otro lado es el abismo del valle de Kidron. Aislado de un lado por la topografía de Cisjordania, los residentes de Sheikh Sa’ed ahora estarán aislados del otro de la única clínica y secundaria del pueblo, además de sus trabajos y de los hospitales en Jerusalén.
Con el apoyo de algunos activistas pacifistas judíos, Sheikh Sa’ed ahora tiene como abogado a Ghiath Nasser, un brillante abogado árabe de 28 años, para peticionar ante las cortes israelíes que se mantenga al pueblo junto al resto de Jabel Mukaber. Nasser ha logrado declaraciones juradas de ex expertos militares israelíes diciendo que si el muro es construido afuera de Sheikh Sa’ed sería más seguro.
* De The Independent de Gran Bretaña. Especial para Página/12.
Traducción: Ximena Federman