[cerrar]

Comparta esta nota con un amigo

E-Mail de su amigo
Su nombre
Su E-Mail

La jueza de Chicago Joan Humphrey Lefkow está bajo protección policial permanente, igual que el resto de su familia, pero la vigilancia de agentes locales y federales llegó tarde para el marido y la madre de la jueza. Ambos fueron asesinados el lunes por un desconocido que entró en su casa y les disparó en la cabeza. Todo apunta a una venganza dirigida por Matthew Hale, de 33 años, líder de un pequeño grupo racista, antisemita y neonazi, la Iglesia Mundial del Creador. Hale, detenido y pendiente de sentencia, se autodenomina “Pontifex Maximus” del grupo, “uno de los que más rápido han crecido en EE.UU. en la última década”, según la Liga contra la Difamación.
Joan Lefkow, de 61 años, llegó a su casa a las seis de la tarde del lunes y se encontró con la terrible escena en el sótano: allí estaban los cuerpos sin vida de su marido, el abogado Michael Lefkow, de 64 años, y su madre, Donna Humphrey, de 89, que vivía en Denver pero que estaba de visita. Ambas víctimas recibieron varios disparos. Ninguna fuente quiere especular, pero el que suma dos y dos y cree que las coincidencias no existen, dirige sus miradas hacia Matthew Hale. La Iglesia Mundial del Creador es un grupo particularmente violento, implicado en robos a bancos, actos criminales y agresiones. El 4 de julio de 1999, Benjamin Smith, uno de sus militantes, aprovechó la fiesta nacional de EE.UU. para salir a disparar “contra negros, judíos y asiáticos”, según la información de aquel día: mató a dos personas e hirió a nueve en Illinois e Indiana.
Hale fue considerado culpable de instigación al asesinato en abril de 2004 y está previsto que reciba la sentencia dentro de un mes. Está detenido, y se sospecha –aunque la policía no ha formalizado aún ninguna acusación– que dio la orden de asesinar a los familiares de la magistrada. En varias páginas web neonazis y racistas se informaba ayer del doble asesinato en Chicago; al lado se podía leer “Rahowa”, el acrónimo del grupo que viene de su lema: “guerra santa racial”.

* De El País de Madrid. Especial para Página/12.