EL PAíS › DESPUES DEL TRIUNFO EN SANTIAGO, LA UCR SE ENTUSIASMA
Rozas sueña con la Rosada
El ex gobernador de Chaco y titular de la UCR, Angel Rozas, decidió candidatearse como diputado por su provincia, pelear la titularidad del bloque y de ahí saltar a la disputa por la presidencia en el 2007.
Por José Natanson
El titular del radicalismo, Angel Rozas, jugó fuerte en Santiago del Estero, y ahora traza ambiciosos planes para el futuro. Envalentonado por una victoria que considera en parte como propia, el chaqueño buscará consolidar su peso interno con una jugada de tres pasos: la idea es afianzar el polo interno que se impuso en la última convención nacional, encabezar la lista de diputados nacionales por el Chaco y, después, pelear la jefatura del bloque. Desde ese lugar, el ex gobernador quedaría bien ubicado para encabezar la fórmula presidencial del radicalismo en el 2007.
Rozas y los suyos vienen estudiando el plan desde hace tiempo, pero fue la victoria del domingo pasado la que le dio un impulso definitivo. El chaqueño se comprometió desde un primer momento con la candidatura de Gerardo Zamora, al que conoce desde hace años y al que ya había respaldado como titular del Foro de Intendentes Radicales, favor que el santiagueño devolvió apoyando a Rozas en su disputa por la jefatura partidaria.
Decidido a acompañar a Zamora, Rozas viajó varias veces a Santiago, organizó el viaje de fiscales expertos de diferentes provincias, participó en la campaña y estuvo con Zamora en el cierre. En general, jugó su figura: Rozas mantiene un fuerte predicamento en Chaco, que comparte frontera con Santiago y que por su peso natural suele influir en las cuestiones santiagueñas.
La jugada salió bien y ahora el ex gobernador quiere capitalizarla. Una primera jugada consistiría en reconstruir la alianza cerrada a las apuradas para la última elección de la convención nacional. Liderada por Rozas, la coalición estuvo integrada por referentes importantes, como el mendocino Roberto Iglesias o los integrantes del Grupo Olavarría: lograron imponer a su candidato –Adolfo Stubrin– y, lo más sorprendente de todo, consiguieron derrotar al alfonsinismo en una disputa interna.
El segundo paso consistiría en presentar su candidatura a diputado nacional por Chaco. Dos veces gobernador de su provincia, Rozas conserva allí una buena imagen, a tal punto que no sólo logró imponer a su sucesor –Roy Nikisch–, sino que además consiguió algo mucho más notable: en el 2003, Leopoldo Moreau obtuvo en Chaco un 19,3 por ciento de los votos, multiplicando por diez el promedio nacional, en una hazaña atribuible exclusivamente a la figura (y al aparato) de Rozas.
“La candidatura es muy posible, aunque todavía no está del todo decidida. Si se presenta, un triunfo amplio en el distrito serviría para demostrar que el radicalismo puede ganar, incluso contra un PJ muy kirchnerista como el de Chaco”, explican cerca de Rozas.
El tercer escalón es el más difícil. Rozas recién lo está planeando, pero la idea es que, una vez elegido diputado, dispute la jefatura del bloque. Se trata de un lugar codiciado, que garantiza visibilidad pública, una tribuna cotidiana para hablar en la cámara y una cuota de poder para negociar con el peronismo y que le permitiría mantener el protagonismo a partir de diciembre, cuando dejará la presidencia del partido.
El problema es que hay otros dirigentes dispuestos a pelear el espacio, entre ellos Horacio Pernasetti, que ocupa aquel lugar desde los lejanos tiempos de la Alianza y que no tiene muchas intenciones de abandonarlo. Para conseguir el cargo, Rozas deberá encarar una complicada rosca con los diputados, que son los que votan a las autoridades del bloque. “Va a ser difícil, pero tampoco imposible”, asegura un dirigente alineado con el chaqueño.
El lugar institucional y la exposición natural que garantiza la jefatura del bloque contribuiría a fortalecer el objetivo final del ex gobernador chaqueño: Rozas quiso convertirse en candidato presidencial de su partido en 1999, cuando se impuso naturalmente la figura de Fernando de la Rúa. En el 2003 prefirió dejar pasar la oportunidad, consciente de que el radicalismo se encontraba en el subsuelo de su popularidad. Ahora, con supartido algo recuperado, el chaqueño aspira a convertir en realidad su viejo sueño.