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La amenaza del ántrax se respiraba ayer en la oficina de correo de la Reserva Federal estadounidense cuando en un control de rutina se detectaron esporas de la bacteria en 20 cartas, muchas de ellas dirigidas al jefe de la institución, Alan Greenspan. La oficina fue cerrada temporariamente y los funcionarios de la Reserva, junto a inspectores del FBI y del servicio postal estaban trabajando para investigar la fuente de la contaminación. Esta es la segunda confirmación de ántrax en el correo de Estados Unidos en relación directa con la Reserva Federal.
El primer caso había sido el 6 de diciembre de 2001, cuando una instalación de manipulación de correo para la Reserva Federal también detectó ántrax. Según ratificó ayer el portavoz de la Casa Blanca, Ari Fleischer, unas veinte cartas con esporas de ántrax fueron encontradas en una oficina de correo de la Reserva Federal, ubicada fuera del edificio de la entidad. Las cartas, en su mayoría dirigidas a Alan Greenspan, fueron descubiertas en el marco de un análisis de rutina realizados el martes y ayer, en las cuales se encontraron cantidades mínimas de la bacteria, señaló el vocero.
Las muestras, cuyo origen se desconoce, fueron enviadas a un laboratorio para pruebas suplementarias, dijo un comunicado de la Reserva Federal. Además, el texto indicó que “la correspondencia afectada era correo comercial y de negocios y no tiene ninguna de las características identificadas por el Buró Federal de Investigaciones (FBI) como sospechosa”. De todas formas, funcionarios de la Reserva Federal dijeron estar trabajando en la investigación con inspectores del FBI y del servicio postal para determinar la fuente de transmisión. A fines de diciembre del año pasado se registró una seguidilla de cartas enviadas con ántrax a oficinas gubernamentales norteamericanas, contaminantes de puestos de correo, y cinco personas murieron por el contagio.