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Finalmente, cayó el tesorero del PT. Delubio Soares, acusado por el diputado Roberto Je-fferson de operar sobornos millonarios con parlamentarios, pidió ayer licencia por tiempo indefinido en la Secretaría de Finanzas del Partido de los Trabajadores. Su salida complace al presidente Luiz Inácio Lula da Silva, que había exigido “cortar en la propia carne” para extirpar la corrupción en el partido que él fundó hace 25 años. En contrapartida, el fin de Soares representa otro golpe a la conducción partidaria, encabezada por José Genoino.
Soares pidió su licencia sine die un día después que su compañero, el secretario general Silvio Pereira, sospechado de traficar influencias en empresas estatales. El destino de ambos estaba echado desde que Roberto Jefferson los citó, aunque sin pruebas, en la trama de negociados que denunció ante una Comisión Parlamentaria de Investigación. Pero el tiro de gracia lo deflagró la revista Veja cuando informó documentadamente que el publicitario Marcos Valerio fue garante de un préstamo de 2,4 millones de reales contraído por el PT. Valerio sería quien cargaba en sus maletas los billetes con que se compraron decenas de legisladores.
Anteriormente, el “efecto Jefferson” había acabado con el ex ministro José Dirceu, verdadero patrón de un partido que, como se vio ayer en la reunión de su mesa ejecutiva, está sumido en la atomización. El calvario petista rubrica la eficacia de Je-fferson, cuya estrategia ha sido golpear al partido y no al presidente, al menos por ahora. La mesa ejecutiva rechazó la renuncia presentada ayer por Genoino, pero nada garantiza que el presidente petista tendrá igual suerte ante el Directorio Nacional, instancia suprema de la organización. La izquierda, que reclamó a coro la exclusión del tesorero y el secretario general, está dividida frente a Genoino, un ex guerrillero hoy ligado al “campo mayoritario”, la corriente interna más moderada.
Los 83 miembros del Directorio Nacional se reunirán el sábado, mientras continúan el debate sobre el futuro de esa agrupación de 880.000 afiliados, los que en septiembre elegirán a su conducción.
El maletín de Marcos
Hoy comparecerá ante la Comisión Parlamentaria de Investigación el publicitario Marcos Valerio, al que algunos medios identifican como el “hombre del maletín”. Sabiendo que su situación es penalmente comprometida, el propietario de la agencia de publicidad SMP&B de Belo Horizonte obtuvo un hábeas corpus, con lo que no podrá ser arrestado aunque los legisladores, que tienen esa potestad, lo ordenaran.
Hay sospechas de que Valerio sería algo más que un simple maletero del poder. El diputado petista José Eduardo Cardoso dijo que antes de vincularse al actual gobierno, Valerio había firmado contratos millonarios con el de Fernando Henrique Cardoso, afirmación que no fue desmentida y tiene asidero. Valerio también está ligado al gobernador de Minas Gerais, Aecio Neves, del partido de Cardoso.
Ayer, el diputado José Borba, del PMDB, dijo que el publicitario también tomaba decisiones e indicaba a quién favorecer, lo cual demostraría una trama compleja y reflejaría un esquema de corrupción más grave de lo que se supone hasta ahora. De este modo, Borba, acusado de recibir la “mensualidad” paga por el PT vía Valerio, agregó otra complicación a Lula, que apuesta a formar con el PMDB un nuevo gobierno de coalición. Hasta ahora ese partido no había sido blanco de denuncias. Al cierre de esta crónica el presidente había citado a líderes del PMDB buscando una definición sobre el futuro gabinete, en el que también podrían integrarse algunos independientes. Entre los muchos nombres citados están el empresario Antonio Ermirio de Moraes, Grupo Votorantin (aluminio) y Abilio Diniz (supermercados Pan de Azúcar).
Déficit 0
Mientras el tablero político sigue convulsionado, en lo económico continúa imperando la calma. La mansedumbre de los mercados resulta de las garantías dadas por Lula en recientes encuentros con el economista Delfim Netto para que “venda” su proyecto de estipular como meta el déficit nominal 0: es decir, balance equilibrado entre recaudación y gastos, incluidos pago de intereses y capital de deuda. Anoche, Delfim Ne-tto iba a compartir una cena en Brasilia con el ministro de Economía Antonio Palocci y varios de los más influyentes senadores, diputados y empresarios brasileños. El diputado petista Ivan Valente cuestionó a Netto por haber sido el “zar de la dictadura” (Netto fue ministro de Economía en el régimen) y criticó este “nuevo giro a la derecha de gobierno”. Valente cree que de aplicarse el plan traerá “más ajuste fiscal y menos inversión”. Netto también fue citado como ministeriable por la prensa.
Para el secretario ejecutivo de Economía, Murilo Portugal, la propuesta de Netto es plausible y demuestra la “evolución” en el debate económico brasileño. Portugal, candidato a ocupar la presidencia del Banco Central, admitió que es difícil predecir si el proyecto será aprobado. Para que el déficit 0 se aplique es preciso una enmienda constitucional que anule la obligatoriedad de destinar porcentajes fijos a la educación y la salud.