SOCIEDAD › DESCUBRIMIENTO ARQUEOLOGICO EN EL PALACIO COMUNAL
Historias ocultas en un edificio
Por Eduardo Videla
Debajo de una alfombra sintética y un piso de madera apareció parte de la historia oculta del Palacio de Gobierno Municipal: el piso original, los mármoles y la puerta que fue el primer acceso de un intendente a ese edificio quedaron a la vista en medio de una obra de recuperación patrimonial. Se trata de vestigios de la construcción iniciada en 1891 e inaugurada dos años más tarde, que abren un interrogante hasta ahora nunca planteado: ¿por qué razón se tapió esa entrada, a mediados de la década del ’50? Ahora, la idea del gobierno porteño es recuperar el lugar e incorporarlo a las visitas guiadas que se hacen al Palacio Comunal.
El hallazgo se produjo el viernes último y fue el resultado de los trabajos que se realizan en el marco del Plan Maestro para la recuperación del Palacio de Gobierno.
“Cuando los obreros estaban acondicionando una oficina que ocupaba la Dirección General de Compras, levantaron el piso de madera y descubrieron debajo las paredes revestidas con mármol de Carrara, el acceso revestido de gres cerámico y la escalera por la que accedía el intendente a su despacho en el primer piso”, relató a Página/12 la directora de Coordinación de Gabinete, Sandra Castillo, a cargo del Plan Maestro.
De inmediato intervinieron los arqueólogos que participan del proyecto. Fueron ellos los que hallaron allí una hoja arrugada del diario Clarín del 18 de diciembre de 1955: se supone que el papel quedó sepultado cuando se hizo la obra para cerrar la puerta y construir el piso de madera.
El trabajo de restauración estuvo precedido por una investigación realizada por un equipo multidisciplinario, coordinado por la arquitecta Verónica Hachmann. El historiador Ulises Muschietti descubrió, por ejemplo, que el edificio no se inauguró en 1902, como se creía hasta ahora, sino el 20 de marzo de 1893, según la crónica del diario El Nacional. Los restauradores se encontraron con que no había planos del edificio. Hubo que buscar los originales, en tela, en los archivos de la ex Obras Sanitarias.
La construcción fue apenas posterior a la apertura de la Avenida de Mayo. La obra fue encarada por el intendente Francisco Bollini y, según revelan las crónicas legislativas de la época, se intentó realizar una construcción austera, en tres etapas: la primera (el ala del edificio que da a la Avenida de Mayo) demandó una inversión de 150 mil pesos de entonces, una cifra muy inferior al millón y medio que costó la expropiación del palacio de la familia Zuberbüller, ubicado sobre la traza de la Avenida de Mayo.
Como eran tiempos de austeridad –producto de la crisis de los ’90–, el intendente Bollini decidió utilizar para la construcción los materiales provenientes de aquel palacio: de ellos, los cerámicos descubiertos ahora son un vestigio que está a la vista.
La segunda etapa del edificio se concretó durante la intendencia de Joaquín Anchorena (1912-1914). Entonces se construyó la actual puerta de Bolívar 1, de cara a la Catedral.
La otra –la que fue descubierta ahora– constaba en realidad de tres aberturas: una sobre la ochava y las otras dos a cada costado, hoy convertidas en ventanales. “Hasta 1952 la puerta estuvo, según se puede ver en La República Perdida”, explica Castillo. “Una hipótesis a investigar es que fue tapada por el intendente de la dictadura, Manuel Madero”, agregó.
El lugar será acondicionado y protegido por un blíndex. En tanto, los arqueólogos empezarán ahora a buscar en el muro de más de 80 centímetros de ancho si quedan restos ocultos de aquel antiguo portón de hierro.