EL MUNDO › EL CUARTO AUTOR DE LOS ATENTADOS ERA
FISICOCULTURISTA Y JAMAIQUINO
Detrás de las bombas, una red nacional
Los investigadores sospechan que las cabezas de la red podrían tener asiento en la ciudad de Luton, tras identificar al cuarto atacante como Lindsey Germaine, británico de origen jamaiquino. Mientras continuaban las operaciones en Leeds, ayer hubo homenajes a las víctimas en toda Europa. En Londres se efectuaron en Kings Cross y en Trafalgar Square.
Por Marcelo Justo
La idea de que los terroristas de Londres estaban conectados a una red nacional de musulmanes radicales cobró fuerza en la investigación al conocerse ayer la identidad del cuarto suicida, Lindsey Germaine, que no era vecino de los otros miembros de la célula y tampoco tenía un pasado en común con ellos. En relativamente poco tiempo, la policía ha establecido la identidad de los cuatro atacantes. El mayor era Mohammed Sidique Khan, un maestro británico musulmán de 30 años que vivía en Leeds, ciudad al norte del país. El más joven era Hasib Mir Hussain, de 18 años, también de Leeds, responsable de la explosión del autobús número 30. Shezhzad Tanweer, de 22, se encontraba en el vagón que explotó entre Liverpool Street y Aldgate, al este de la ciudad. Tanweer también era de Leeds, aunque había nacido en Bradford, ciudad al norte del país, escenario de violentos enfrentamientos entre blancos y descendientes de paquistaníes en el 2001. Extraoficialmente la policía identificó ayer al cuarto, Lindsey Germaine, de 20 años, nacido en Jamaica y que vivía en la ciudad de Aylesbury. Los cuatro aparecían en las grabaciones de los circuitos cerrados de televisión de Kings Cross conversando amigablemente poco antes de salir en busca de su última aventura.
Tras la revelación de las identidades de los cuatro atacantes, la idea de una red terrorista nacional cada vez toma más fuerza. Los detectives sospechan que el cuarto terrorista, Germaine, tuvo un pasado muy diferente, y que haya vivido tan lejos del resto de los extremistas sugiere una red más amplia de contactos, cuyas figuras principales probablemente estén basados en Luton. La policía intenta establecer los vínculos entre los cuatro.
El hombre que detonó la bomba fuera de la estación de Kings Cross, que mató al menos a 25 personas, es el cuarto terrorista. Se cree que Lindsay Germaine, conocido como “Jermal”, manejó hasta la estación de tren de Luton donde se encontró con los otros tres suicidas que habían viajado desde Leeds el jueves por la mañana. Los cuatro viajaron por tren hasta Kings Cross donde se separaron y luego detonaron las cuatro bombas. Se encontró un auto de alquiler con explosivos en el estacionamiento de la estación de Luton. Se piensa que éste es el auto que utilizó Germaine. Los expertos en explosivos detonaron nueve explosiones controladas antes de hacer analizar el auto por forenses.
Había cierta confusión ayer en torno de la ortografía del nombre del terrorista de Kings Cross y algunos sugieren que podría tratarse de una identidad falsa. El joven, que era fisicoculturista, aparentemente se había convertido al islamismo hace cuatro años y trabajaba colocando alfombras. Vivía con su esposa y su bebé en la ciudad multirracial de Aylesbury. Un amigo dijo que estaban esperando a su segundo hijo.
La policía y los servicios de seguridad ayer investigaban su pasado y estaban rastreando todos sus contactos de los últimos meses, dentro y fuera del país. Alquilaba una casa que fue allanada el miércoles por la policía. Sus amigos y vecinos estaban sorprendidos ante la noticia. Un joven, que al igual que el resto de sus conocidos, pidió no ser nombrado, dijo: “Era un bueno tipo, un buen musulmán que no fumaba ni bebía. Me lo solía encontrar en la casa de un amigo junto con otros amigos y hacíamos pesas juntos. Estoy muy sorprendido que estén diciendo estas cosas de él. No lo voy a creer hasta que vea su foto en la televisión”.
Ayer, los especialistas forenses estaban investigando la casa, buscando pistas de los movimientos y la identidad de la banda. La calle ayer estaba cortada y el frente de la casa estaba tapada por un plástico azul. Las muestras de ADN de la casa serán comparadas con las muestras de tejido de la explosión de la línea Piccadilly para confirmar su identidad.En una conferencia de prensa, el jefe de la División Antiterrorista de la Scotland Yard, Peter Clarke, señaló que la investigación está avanzando a gran velocidad, pero que tiene aún muchas preguntas por contestar. “No sabemos quién los apoyó, quién los financió, quién los entrenó. Todo esto va a tomar meses de investigación”, dijo. Clarke indicó que tenía testimonios de más de 500 personas y apeló directamente al público para que siguiera apoyando la investigación. A estos efectos, ayer dio a conocer imágenes de Hussain del circuito televisivo de la estación de Luton, antes que abordara el tren a Kings Cross. “Sabemos que él viajó con los otros tres. En esta imagen se lo ve con una mochila a la espalda. Necesitamos determinar qué hizo entre las 8.26 y las 9.47. Si alguien lo vio en Kings Cross, queremos saberlo. Necesitamos saber si estaba solo o acompañado”, dijo Clarke.
A diferencia de los otros tres, que explotaron las bombas en los subtes a las 8.50 con apenas un minuto de diferencia, Hussain lo hizo en el autobús 30 casi una hora más tarde, a las 9.47. Algunos expertos de seguridad creen que Hussain tenía como objetivo explotar la bomba en el servicio de la Northern Line que iba al norte de la ciudad. Como el servicio fue suspendido por un desperfecto técnico y Kings Cross fue desalojado por las otras explosiones, Hussain habría tenido que elaborar un plan alternativo. La idea de que su destino original era el norte de la ciudad se basa en la teoría de la cruz: el objetivo inicial del operativo habría sido realizar atentados al norte, sur, este y oeste de la ciudad. La primera organización que se atribuyó el hecho, la Organización Secreta de Al Qaida en Europa de la Jihad, parecía referirse a esto en el comunicado que emitieron el mismo jueves. “Naciones islámicas y árabes: disfruten de este acto de revancha contra el cruzado sionista británico por las masacres que han cometido en Irak y Afganistán. Gran Bretaña está ardiendo con miedo, terror y pánico, al norte, sur, este y oeste”, decía el comunicado.
Los tres terroristas de Leeds eran británicos de origen paquistaní y amigos. Como parte de la investigación, expertos en explosivos ayer estaban examinando un ex centro comunitario. El edificio está cerca de la casa de Tanweer, el terrorista que mató a siete personas en Aldgate. Es posible que éste haya sido el lugar de encuentro de los terroristas.
Se desmintieron informaciones en torno de que un quinto terrorista fue identificado en la estación de Luton junto a los otros cuatro (ver aparte). También hay informaciones, sin confirmar, de que el “cerebro” que coordinó los ataques sería un británico de origen paquistaní. Fuentes de seguridad dicen que posibles miembros de Al Qaida están siendo investigados y que todavía no se ha identificado a un sospechoso principal.
Al cierre de esta edición continuaba un nuevo operativo policial en un barrio popular de Leeds (ver aparte). La ciudad está convulsionada por los hechos. El mayor de los jinetes del apocalipsis, Mohammed Sidique Khan, era un personaje conocido a nivel local. Maestro de escuela primaria de chicos con necesidades especiales, era, según sus colegas y los padres, “amable, dedicado, diligente, adorado por los chicos”. La BBC publicó anoche una entrevista con una persona que lo conoció y cuya identidad se ocultó tras una sombra y el doblaje de la voz. Su versión del maestro era totalmente diferente. “Estaba lleno de odio contra Occidente. Viajó varias veces a Afganistán. No sé si para entrenarse o no, pero era un tipo francamente raro”, dijo esta persona. Leeds empieza a parecerse a una versión inglesa de esos mundos suburbanos estadounidenses que ha pintado el cineasta David Lynch en sus películas: una comunidad apacible que esconde corrientes subterráneas destructivas e incontrolables bajo la armónica apariencia cotidiana.