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Bulgaria dio un paso para atrás. El Parlamento rechazó ayer el gabinete presentado por el socialista Sergei Stanishev, elegido pocas horas antes por una estrecha mayoría, lo que podría causar una crisis de gobernabilidad y retrasar el ingreso de ese país en la Unión Europea (UE).
La coalición entre el Partido Socialista y el Movimiento por Derechos y Libertades de la minoría turca ya pidió una repetición de la votación, pues denunciaron infracciones en su procedimiento. El presidente de la Cámara, Gueorgui Pirinski, aceptó la solicitud y fijó la nueva votación para hoy a la mañana. Si el Ejecutivo vuelve a ser rechazado, la tarea de formar el gobierno será encargada a la segunda fuerza parlamentaria, la gubernamental Alianza Nacional Simeón II. Todo indica que esta alianza no podrá formar un Ejecutivo, ya que los socialistas, el partido turco y la formación ultranacionalista Ataque –que juntos alcanzan la mayoría parlamentaria– declararon hace unos días que no apoyarían su propuesta. En ese caso, el tercero y último mandato sería encargado probablemente al partido turco, cuya propuesta será idéntica a la presentada por Stanishev, según ya adelantó su líder, Ahmed Dogan. Si tampoco se alcanza un consenso, se llamará a un gobierno provisional y a elecciones anticipadas.