EL MUNDO

Esa vieja bestia de Baviera

STOIBER TACHO DE FRACASADOS A LOS ALEMANES DEL ESTE

Por Cecilia Fleta *
Desde Berlín

Las posibilidades de la Unión Demócrata Cristiana –CDU– y su hermana bávara, la Unión Social Cristiana –CSU–, en las próximas elecciones alemanas menguan al mismo ritmo que aumentan los errores de sus miembros. Mientras su candidata, Angela Merkel, saca el pie de un charco para meterlo en otro, las declaraciones de otras figuras perfilan a la Unión como el partido enemigo del Este.
El nuevo pinchazo tuvo lugar la semana pasada en Baden-Wurtemberg, en el sudoeste de Alemania, aunque no se supo en el resto del país hasta que un periódico del Este lo rescató el miércoles para indignación de la CDU oriental. “No acepto que el Este decida quién será el canciller en Alemania. Los frustrados no deben determinar el futuro de Alemania”, dijo Edmund Stoiber, presidente de la CSU, en una visita a ese Estado. “Estas simplificaciones en la campaña no ayudan en absoluto”, dijo el diputado democristiano del Este Günter Nooke. Las palabras de Stoiber, declaró el jefe de la CDU en Mecklemburgo-Antepomerania, Eckhardt Rehberg, “no son legítimas”. “Las declaraciones de Baviera nos han provocado cierta sorpresa”, señaló el secretario general de la CDU de Sajonia, Michael Kretschmer. “Si la CSU quiere que la CDU consiga la mayoría en el Este de Alemania tiene que enfrentarse al PDS (neocomunistas) con contenidos y acentuando nuestras diferencias”, añadió Kretschmer.
En otro acto electoral el pasado miércoles, Stoiber dijo, después de criticar que Baviera tenga que “compensar” los problemas del Este: “Por desgracia, no tenemos en todas partes habitantes tan inteligentes como en Baviera”. El canciller socialdemócrata Gerhard Schroeder calificó la actitud de Stoiber de “limitación ideológica” y lo comparó con el ministro del Interior de Brandeburgo, Jörg Schönbohm, que la semana pasada achacó el crimen de la madre que mató a nueve de sus bebés a “la proletarización impuesta” por el régimen de la RDA. “A esos dos señores parece que les cuesta comprender que en la RDA hubo mucha gente que no sólo quería llevar una vida decente, sino que lo hizo en circunstancias muy difíciles y bajo vigilancia”, agregó el canciller.
Estos arrebatos de franqueza le cuestan caros a la Unión. Según la encuesta del instituto Emnid que dio a conocer ayer la televisión N24, la Unión ha perdido dos puntos esta semana y se sitúa en 41 por ciento, mientras que el SPD ha ganado otros dos hasta el 28 por ciento. En el Este, la CDU perdió tres puntos y queda, con 27 por ciento, muy por detrás del Partido de Izquierda PDS, que alcanza el 31 por ciento. Este sondeo se realizó antes de conocerse las declaraciones del líder bávaro. La indignación por las palabras de Stoiber podría continuar reduciendo la ventaja de Merkel, a la que el líder bávaro no parece querer ayudar. Pocos creen que exista una posibilidad real de que pueda ganar Schroeder, pero Merkel podría verse obligada a formar un gobierno de gran coalición si no obtiene el apoyo necesario para gobernar con los liberales del FDP. Merkel sigue descartando la gran coalición, mientras Schroeder ha dicho que no entrará en semejante gobierno. El SPD –algunos de sus miembros se han pronunciado a favor de esta posibilidad– ya hace planes para la era post Schroeder.

* De El País de Madrid. Especial para Página/12.

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