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Italia anunció que expulsará a más de 700 musulmanes debido a su situación ilegal, sin detallar cómo ni cuándo. En el curso de la reunión de ayer del Comité Nacional de Seguridad, el ministro del Interior, Giuseppe Pisanu, ratificó que permanece elevado el riesgo de un atentado terrorista.
Luego de haber examinado el estado de las investigaciones en Italia después de los atentados de Londres y Sharm el Sheik, el Comité hizo un profundo análisis de la amenaza terrorista de matriz islámica. El balance de los controles resultó en 141 arrestos, 426 denuncias, 701 procedimientos de expulsión y 325 contravenciones, que se realizaron los días pasados en lugares de congregación islámica: locutorios telefónicos y de Internet, centros de comida islámica y oficinas relacionadas con la transferencia de dinero al exterior.
En las operaciones fueron controlados 7318 objetivos e identificadas 32.703 personas. El Comité, presidido por Pisanu, verificó la prevención y las medidas tomadas después de los atentados del mes pasado. En este cuadro fueron analizadas las operaciones de control extraordinario y, en particular, las que se llevaron a cabo el 12 y 13 de agosto. En septiembre comenzará un programa de maniobras en distintas zonas del territorio nacional para probar los planos de intervención en caso de un ataque terrorista, con el fin de mantener el orden público, dar asistencia inmediata y apurar la investigación posterior.