EL MUNDO › EL PT SE DISCULPA MIENTRAS SU GOBIERNO QUEDA MAS MANCHADO
Perdón, perdón y mil veces perdón
Mientras el Partido de los Trabajadores se disculpó por la corrupción en Brasil, Lula dijo que tiene la “conciencia limpia y tranquila”.
Tarde pero seguro. El Partido de los Trabajadores (PT), después de un par de confesiones y de decenas de acusaciones, salió ayer a pedir disculpas públicamente, aunque sólo lo hizo a medias, ya que sigue negando que toda la dirección del partido conociera la “caja 2” de la que extraían el dinero para el pago de sobornos a diputados aliados. El anuncio coincidió con la marcha de opositores de izquierda y de centroizquierda, que no logró alcanzar la convocatoria de la manifestación del día anterior en apoyo al presidente Luiz Inácio Lula da Silva. Aunque el objetivo de la marcha era rechazar las futuras reformas sindical y laboral que planea el gobierno, algunos de los manifestantes aseguraron que Lula sabía sobre los sobornos.
Mientras tanto, el gobierno no tiene respiro. El martes, el ministro de Justicia, Marcio Bastos, quedó involucrado en posibles desvíos ilegales de dinero al exterior y, ayer, un ex secretario del ministro de Economía, Antonio Palocci, quedó detenido presuntamente por haber quemado evidencia que lo comprometía en lavado de dinero y una asociación ilícita.
Otro que se sinceró, también a medias, fue el ex presidente Fernando Henrique Cardoso. El martes aseguró que “es posible que haya habido” compra de votos para conseguir la reforma constitucional que permitiera la reelección. Sin embargo, aseguró que en el caso de que así fuese, ni él ni su gobierno tienen nada que ver con eso. En 1997, el diario Folha publicó una conversación en la que dos diputados decían haber recibido unos 85.000 dólares para votar a favor. También declaró que la financiación del publicista Marcos Valerio en las campañas de la socialdemocracia brasileña (PSDB) en Mina Gerais fue “un caso aislado”. Cardoso aprovechó la marcha opositora de ayer y salió a pegarle otra vez a Lula, aunque bajó el tono: “Hasta ahora no hay pruebas que indiquen la responsabilidad penal de Lula. Pero voy a decir algo que no quisiera decir: me parece que Lula comete pecado de omisión ante la crisis”.
La oposición renunció a un posible impeachment pero no a arrinconar al PT. El PSDB y el Frente Liberal (PFL) pidieron ayer que se investigaran las cuentas de la campaña que llevó al poder al presidente Lula ante sospechas de corrupción que quedaron confirmadas luego de la declaración del asesor de imagen Duda Mendonça. Otra declaración que puede llegar a dañar mucho al PT y al gobierno es la del cambista Antonio Claramunt. Condenado a 25 años de prisión por envío ilegal de divisas al exterior y otros delitos conexos, declaró el martes en el Congreso y afirmó haber realizado envíos de dólares ilegales para diversas autoridades y políticos; entre ellos nombró al ex hombre fuerte de Lula José Dirceu, al actual ministro de Justicia, Bastos, al ex tesorero del PT Delúbio Soares –que estaría a un paso de quedar eximido de sanciones por parte de su partido– y al presidente del Banco Central, Henrique Meirelles. Lula se alejó de Brasilia y aprovechó ayer para pegarle a la oposición, que no logró imponer la idea de un impeachment. “Muchos quieren lanzar la corrupción hacia adentro del Palacio de Planalto, pero yo estoy abierto como corazón de madre. Tengo mi conciencia limpia y tranquila”, declaró Lula en un acto en el estado de Bahía.