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Mientras en Tokio el prófugo ex presidente peruano Alberto Fujimori (1990-2000) daba otro golpe mediático celebrando ante cámaras el haber sacado su pasaporte peruano y anunciaba que con la obtención de ese documento quedaba en condiciones “de prepararme para (las elecciones) el próximo año”, en Lima el diario La Primera publicaba extractos de un informe hasta ahora secreto, elaborado por la empresa norteamericana Kroll a solicitud de las autoridades peruanas, sobre los oscuros movimientos financieros de quien es considerado el presidente más corrupto en la historia del Perú. El informe de Kroll fue entregado a las autoridades anticorrupción de Perú en abril de 2003, luego de seis meses de investigaciones en diversos países, y se trata, en realidad, de un informe preliminar con indicios” sobre movimiento de fondos ilegales y de personas y empresas que habrían colaborado con Fujimori para ocultar sus cuentas bancarias.
Aunque la investigación de Kroll no llegó a identificar plenamente alguna cuenta bancaria a nombre de Fujimori, en el informe se señala que durante sus indagaciones recibieron “información muy concreta de fuentes financieras en Tokio”, según la cual Fujimori mantendría en el banco dinero y/o activos “de varios centenares de millones de dólares”, que estarían ocultos a nombre de terceros o manejados por “el brazo secreto del UBS (banco suizo)”, usado para operar “cuentas muy especiales sobre las cuales casi no existen archivos”. Otra parte de este informe alude a los vínculos de Fujimori con la Yakuza, la mafia japonesa. Kroll señala que “Fujimori goza del amparo y asesoría criminal para protegerse” y que habría recibido el apoyo de la Yakuza para operaciones de lavado de dinero.
Luis Delgado, secretario general de Sí Cumple, el partido de Fujimori, contestó el informe de Kroll señalando que “lo único concreto es que no se le ha encontrado (a Fujimori) ninguna cuenta”. Y para la tranquilidad de Fujimori, el Poder Judicial ha señalado que para la Justicia peruana el informe Kroll “no existe”. Aprovechando las indecisiones y la falta de voluntad política para avanzar rápido en una investigación a fondo por parte del gobierno de Toledo y de los tribunales, Fujimori, acusado de corrupción y violaciones a los derechos humanos, sigue adelante en la operación de retorno que ha puesto en marcha, y que pretende culminar con su lanzamiento a la candidatura presidencial en el año 2006. La obtención de su pasaporte peruano, a pesar de lo cual sigue amparándose en su nacionalidad japonesa para eludir a la Justicia, es un paso más en ese sentido.