EL PAíS › LA PELEA DEL PERONISMO SE INSTALO EN DIPUTADOS

Una sesión que fue interna

El duhaldismo se sumó a la oposición en una sesión especial, pero igual no hubo quórum. Hubo fuertes cruces con el kirchnerismo.

 Por Adriana Meyer

La sesión especial de ayer en la Cámara de Diputados fue escenario de la batalla electoral. El duhaldismo se sumó a la oposición y el oficialismo fue desafiado en el recinto durante la reunión que había solicitado el ARI para tratar los proyectos sobre ejecuciones hipotecarias y la sanción ficta de la aprobación del acuerdo entre el Gobierno y Transener. La diputada duhaldista Graciela Camaño denunció “gravísimas irregularidades que tiene el contrato” con esa empresa. Más tarde, el kirchnerista Osvaldo Nemirovsci acusó a Eduardo Camaño de “jugar a la política menor” y destacó que “es la primera vez que un presidente de la Cámara, en una sesión en minoría, hace hablar a todos”.
Pocas veces se vio en el recinto de Diputados un panorama de sesión especial con tantas bancas ocupadas. Sin embargo, la fuerte presencia duhaldista no alcanzó el quórum necesario para tratar el proyecto que suspendía por un año las ejecuciones hipotecarias y para considerar la renegociación tarifaria con la empresa eléctrica Transener.
La sesión fue levantada por Camaño tras media hora de espera porque había 102 diputados, de los 129 necesarios para el debate. Pero el duhaldista permitió que se sesione en minoría y que cada bloque formule sus argumentaciones durante casi dos horas. A diferencia de otros debates especiales, no se cortó la transmisión del circuito cerrado. Incluso el diputado Luis Zamora volvió a exponer sus razones para pedir que la Cámara se oponga al ingreso del presidente norteamericano George Bush.
Además de algunos justicialistas “independientes” como Gerardo Conte Grand, estuvieron presentes el cordobés Humberto Ro-ggero y la menemista Lelia Chaya. Hubo unos treinta legisladores radicales, diputados del ARI, algunos miembros del interbloque federal, Alicia Castro (Frente para el Cambio), Claudio Lozano (CTA), los diputados de izquierda Zamora y Patricia Walsh y el socialismo, pero los transversales faltaron a la cita. Al término de los discursos, los duhaldistas aplaudieron las palabras del ARI y los radicales hicieron lo mismo cuando habló Graciela Camaño.
“Es un nuevo atropello del kir-chnerismo, viola los derechos de los usuarios y de todo el pueblo, mantiene las tarifas en dólares y amerita una denuncia por violación de los deberes de funcionario público contra el ministro (Julio) De Vido”, arrancó la diputada del ARI María América González, en referencia al contrato con Transener. El socialista Héctor Polino se lamentó de que “si se debatiera podríamos exponer nuestras objeciones” y de que el viernes será la cuarta vez que un acuerdo con una empresa privatizada se aprueba “de hecho” (sanción ficta) porque el Congreso no lo trata (ver página 4).
“No estamos sentados acá por los ‘ismos’ del peronismo”, aclaró Graciela Camaño cuando le tocó hacer uso de la palabra. Luego enumeró las “irregularidades” del contrato, por las cuales apeló a los ministros del Ejecutivo para que “no lo firmen”. Y se encargó enseguida de diferenciar su actual actitud crítica del apoyo que viene haciendo a los acuerdos con las privatizadas.
“Algunos tendrán que explicar su cambio de posición de acuerdo a los vaivenes de la política”, diría Nemirovsci más tarde, en la conferencia de prensa organizada por el Círculo de Periodistas Parlamentarios, en alusión a (los) Camaño.
La respuesta del kirchnerismo a la actitud del sub-bloque Peronismo Federal, aunque contundente, fue algo desprolija: hubo comunicados que afirmaron que “el ‘pacto de desestabilización’ que denunciara el presidente Néstor Kirchner avanza sobre el Congreso “, firmados por miembros de la conducción del bloque, y a los pocos minutos integrantes de esa misma conducción negaron que fueran la expresión del bloque. Nemirovsci negó ser un “apretador de diputados” y desmintió haberles pedido a alguno de ellos que no bajaran al recinto, aunque reconoció que mantuvo contactos telefónicos con todos. Sin embargo, Conte Grand confirmó a este diario que el rionegrino le solicitó “de manera cordial” que no participara de la sesión. “Se han contactado con diputados para que no vinieran”, afirmó el arista Eduardo Macaluse.
Mientras se producían estos intensos cruces verbales, los deudores hipotecarios manifestaron a Página/12 sentirse “usados tanto por quienes ahora dan el debate como por quienes lo postergan para generar más malestar social contra (Néstor) Kirchner”. Marta Martínez le imploró al Presidente: “Estamos en sus manos”.

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A pesar de la presencia duhaldista, no alcanzó el quórum.
 
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