EL MUNDO
Peligro, hay un cochecito de bebé
Debido a versiones sobre bombas en maletines o cochecitos de bebé, la policía se desplegó ayer en todo el subte de Nueva York.
Por David Usborne *
Desde Nueva York
La de ayer fue una mañana de nervios en el subte de Nueva York mientras sus pasajeros se dirigían a sus trabajos en medio de medidas de seguridad reforzadas después de que funcionarios municipales dijeran que tenían información de una amenaza terrorista específica contra la red de trenes subterráneos que podría implicar una bomba en un maletín o en un cochecito de bebé. En Manhattan, oficiales de la policía montaron guardia a la entrada de la mayor parte de las estaciones de subte, algunos con ametralladoras, mientras en el interior se pedía a los pasajeros que llevaban bolsos o portafolios que los abrieran. Detectives de civil fueron también desplegados a todo lo ancho del sistema de subte, que transporta a unos 4,5 millones de pasajeros por día y atiende 490 estaciones diferentes. Y la estación Pennsylvania, uno de los nodos de transporte clave y segundo punto de acceso a la ciudad, estuvo parcialmente cerrada por dos horas a raíz de una lata sospechada de contener explosivos. Finalmente resultó ser una broma pesada.
La semana pasada había llegado a la ciudad información de una amenaza detallada, con particular referencia a la posible detonación de una bomba en un cochecito de bebé. Las autoridades eligieron retener la información por varios días, sin embargo, a la espera del arresto de sospechosos de terrorismo en Irak, según dijeron funcionarios. “Hemos hecho y continuaremos haciendo todo lo que podamos para proteger esta ciudad –dijo el alcalde Michael Bloomberg en una conferencia de prensa televisada a nivel nacional–. No ahorraremos ningún recurso, no repararemos en gasto alguno.” Sin embargo, Bloomberg no cambió el nivel de amenaza, codificado en colores, de la ciudad. En Washington, mientras tanto, escépticos funcionarios del Departamento de Seguridad Interior minimizaron la advertencia, afirmando que la información de inteligencia no era convincente. “La comunidad de inteligencia ha concluido que la credibilidad de esta información era dudosa”, dijo el portavoz Russ Knocke.
Recuerdos de lo ocurrido en Londres en julio y Madrid el año pasado han movido a las autoridades a evitar cualquier riesgo, sin embargo. La inspección al azar de bolsos en el subte fue instituida por primera vez en Nueva York pocos días después de los atentados de Londres. “La verdad es que tenemos que tomarla como una amenaza creíble –dijo ayer Howard Safir, ex jefe de Policía de Nueva York–. Tenemos que ver la historia de Madrid y Londres. ¿Qué puede hacernos pensar que no somos vulnerables a exactamente la misma clase de ataque?” Bloomberg estuvo ayer entre los pasajeros matinales y urgió a los neoyorquinos a seguir usando el subte. Según la mayoría de los informes, los viajes de ayer estuvieron tan atestados como de costumbre. “La policía lo tiene controlado”, dijo Rob Johnson. “Espero que Dios esté conmigo y no me pase nada”, respondió Vinnie Stella, un asesor de informática en el Bajo Manhattan.
En los vagones repletos, sin embargo, no había nadie que no hubiera echado siquiera un vistazo a los titulares de los diarios sensacionalistas del día. Y no eran tranquilizantes. “Plan de bombas en el subte”, bramó el New York Post, mientras el Daily News gritaba “Bombas en carritos de bebé”. Bloomberg defendió la demora de tres días en divulgar la amenaza diciendo que permitió al Departamento de Policía tomar medidas preventivas fuera del foco de los medios. En todo caso, la situación coincidió con la entrada a la recta final de la campaña electoral; Bloomberg, que tenía programado un debate con dos oponentes, lo canceló la misma tarde en que declaró la alerta.
* De The Independent de Gran Bretaña. Especial para Página/12.